Aumento del Impuesto de Primera Categoría a 20%
El aumento del impuesto de primera categoría a 20% fue uno de los primeros elementos que se sinceró por parte del Ejecutivo como parte del proyecto de reforma tributaria. Esto, luego de que el gobierno detectara la necesidad de plantear un cambio impositivo para hacer frente a las demandas educacionales.
En rigor, el alza no debiera generar mayores cambios en las proyecciones contables de las empresas, puesto que a raíz del terremoto de febrero de 2010, este gravamen se elevó de forma transitoria desde el 17% en que estaba fijado a un 20% para solventar las necesidades del Estado con la reconstrucción de la zona centro-sur del país afectada por el sismo.
Pero el compromiso del Ejecutivo cuando elevó el tributo era que durante este año se ubicaría en 18,5%, situación que no ocurrirá por el perfeccionamiento impositivo. Se estima que el gobierno con esa medida logró una recaudación fiscal de US$1.260 millones.
Timbres y estampillas y rebaja en los impuestos a las personas
"Van a bajar los impuestos a las personas y va a bajar el Impuesto de Timbres y Estampillas, que es un impuesto que pagan alrededor de un millón 300 mil contribuyentes. Hoy día es el 0,6% en todo crédito de estas personas. Hay alrededor de un millón cincuenta mil personas naturales las que acuden a tomar un crédito. Cualquier crédito está afecto al impuesto de timbres, y adicionalmente afecta a las PYME y las empresas". De esa forma, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, justificaba a mediados de marzo la inclusión del impuesto de Timbres y Estampillas en el proyecto de reforma tributaria.
Además, ya se conoció que en la iniciativa habrá una rebaja en todo el espectro del impuesto a las personas. Según el propio titular de las finanzas públicas, "no solamente vamos a tocar un tramo, vamos a tocar la escala completa del impuesto a las personas. Tenemos un efecto que va a favorecer a millones de contribuyentes que tienen que pagar sus impuestos".
Las propuestas transversales que desfilaron en Hacienda
La CUT, la CPC, los decanos de universidades, la Concertación, la Alianza y los centros de estudios. Todos ellos desfilaron entre enero y marzo por las oficinas de Teatinos 120 para entregar propuestas al ministro de Hacienda con el fin de pedir medidas para la reforma tributaria.
Mientras la oposición centró el debate en la necesidad de recaudar 7 mil millones de dólares, la CUT planteó que la reforma tributaria debe contribuir a obtener los recursos públicos necesarios para financiar incrementos en el gasto social, y que el mayor esfuerzo lo tienen que hacer quienes ganan más y las grandes empresas.
A su vez, la CPC planteó sus reparos ante la iniciativa, pero afirmó que de llevarse a cabo debía cuidar la inversión y no generar eventuales perjuicios que pudieran afectar al empleo.
En tanto, los centros de estudio CEP y Cieplan centraron sus propuestas en Impuesto a la renta, franquicias tributarias e IVA como ejes de un estudio encargado a expertos para analizar las mejores herramientas para el cambio impositivo.