Luego de seis años, en 2010 gasto público volvería a crecer menos que la economía

José Carlos Prado

Cuando el gobierno corrigió a la baja su estimación de crecimiento del gasto público para 2010, varios expertos advirtieron que se quedaría corto. En esa oportunidad, las autoridades pronosticaban que aumentaría 7,8% real, sin embargo, los números a noviembre confirman que el nivel será menor.

Según los datos publicados por la Dirección de Presupuestos (Dipres), en once meses el fisco muestra un avance acumulado de sólo 3,1%, guarismo que no tendría una mayor variación luego que se conozca la ejecución de diciembre. Para Cecilia Cifuentes, experta del programa económico de Libertad y Desarrollo (LyD), si fuera 8% o 9% el gasto en dicho mes, igual quedaría en torno a 3%.

Más arriba en las proyecciones, Rodrigo Aravena, economista jefe de BanChile Inversiones, considera que el gasto quedará en 4%, lo que comparado con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) sobre 5%, genera una menor presencia del sector público.

Esto no sucedía desde 2003, ya que de ahí en adelante (excepto en 2004 cuando fueron parejos) el saldo fue positivo a favor del fisco. El experto sostiene que esto viene a confirmar que el gran motor de crecimiento de toda la economía chilena durante 2010 fue la demanda interna y, principalmente, el componente privado de ésta.

Frente a esto, agrega, los buenos indicadores de actividad no hablan de un rebote, pues el PIB no avanza sólo de la mano del gasto fiscal y las tasas bajas. Si en Estados Unidos y Europa se desacelera el gasto fiscal, la economía nuevamente puede entrar en recesión, contrapone.

En el análisis de Aravena, en este escenario no sólo se puede, sino que se debe continuar con el retiro de los estímulos expansivos tanto fiscales como monetarios. El gobierno puede seguir ajustando el balance fiscal y el Banco Central puede continuar con el alza de la tasa de interés, argumenta el economista.

Superávit

Otro de los resultados que se verían en el balance de 2010 dice relación con la caja fiscal. Si bien el gobierno proyecta un déficit de 1%, el avance de la ejecución implicaría un cierre en doce meses en números azules. Este año el fisco se endeudó menos de lo que había dicho, sostiene Cifuentes.

Mario Arend, economista jefe de Celfin Capital, va más allá, indicando que los ingresos estimados en la última ley de presupuesto, según nuestros cálculos, habrían sido subestimados en alrededor de $ 750 mil millones. De esta forma, el balance fiscal, al contrario de lo que estimaba la autoridad hace algunos meses atrás, sería superavitario y nuestras estimaciones lo ubican en un 0,6% del PIB.

En este sentido, Aravena recuerda que durante 2010 se han registrado dos sorpresas. Primero, la actividad de la demanda interna que creció más de lo esperado y, segundo, un precio del cobre mucho más alto. Esto, complementa, implica un superávit a fin de año, por lo que la convergencia al balance estructural debe ser más rápida.



Sub-ejecución

A la sub-ejecución de 2010, ya hay expertos que adelantan un panorama parecido durante este año. Para Cifuentes, con el nivel de gasto que resultaría durante el ejercicio anterior, el presupuesto de este año ejecutado completo redundaría en una expansión del gasto público de 8%.

Según la experta, en el gobierno más que llegar a ese nivel, van a privilegiar cumplir con la tasa de gasto de 5,5% estimado con anterioridad.

Para Aravena, en tanto, esa es una de las disyuntivas más complejas que enfrentará el Ministerio de Hacienda, ya que tendrá que optar entre subejecutar o gastar con un aumento en torno al 8%.

Finalmente, Víctor Valenzuela, economista de la Universidad Andrés Bello, desestima mayores implicancias de una menor nivel del gasto que el cálculado inicialmente. Desde su perspectiva, es tradicional la sub-ejecución del Presupuesto.

El experto explica que puede existir distintas razones, por ejemplo hay cosas en la planificación que no se concretan, como una licitación que se declara desierta, o que quienes la llevarían a cabo tienen dificultades para la ejecución.