Economía y Política
LyD: petición de alza salarial se escapa del promedio de remuneraciones
Para la experta de la entidad, Cecilia Cifuentes, no debería ir más allá del 4% nominal.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 22 de octubre de 2010 a las 06:00 hrs.
J.C. Prado
Al revisar la evolución histórica de los incrementos salariales del sector público y compararlos con la petición de 8,9% de este año, el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) detectó que tal aumento provocaría un desacople del índice general de remuneraciones que calcula el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Según los resultados de tendencia, la entidad concluye que los reajustes salariales durante el último tiempo han estado en línea con las variaciones globales de salarios, situación que cambiaría con la petición de este año, ya que quedaría fuera de rangos normales. Esto, considerando que en los doce meses terminados en agosto el índice de remuneraciones nominales registra una variación de 3,7%.
“Dado que todavía persiste en Chile un grado elevado de indexación salarial, en 2009 ambos índices de remuneraciones registraron variaciones reales elevadas (debido a la caída del IPC), en un contexto de crisis económica. Ese problema se está corrigiendo este año a través de una moderación de las remuneraciones reales, por lo que no puede darse un reajuste muy elevado tomando como argumento que la economía está mostrando mayor dinamismo, ya que se afectaría en forma negativa la recuperación del empleo”.
Y es que durante el año pasado, el reajuste real del sector público alcanzó un 5,9%, debido a que la inflación final estuvo por debajo de lo que se proyectó durante la negociación.
Para la experta del programa Económico y Social de LyD, Cecilia Cifuentes, este elemento debería ser considerado, porque los trabajadores tuvieron una ganancia inesperada. “Entonces, esto debería ser argumento para decir que ahora se debe alinear con el comportamiento de la productividad principalmente. Bajo este escenario, advierte que los dirigentes se equivocan al tomar elementos como el crecimiento económico en su petición y, además, utilizar la inflación en períodos distintos y según el escenario más conveniente para ellos. “No existe uniformidad de criterio en ello”, detalla.
Asimismo, agrega, que no es la variable de actividad la que se toma para hacer un cálculo como este, sino que el incremento de la productividad laboral. “El crecimiento económico se debe a tres cosas: al aumento en la cantidad de trabajadores, a la inversión que es un componente importante este año y, el último factor, es productividad, elementos del cual dependen las remuneraciones”.
En ese sentido, aclara que la ganancia de los trabajadores tiene que estar en relación a lo último y no a la variación del Producto Interno Bruto (PIB).
No más de 4%
Con todos los elementos sobre la mesa, Cifuentes detalla que con la inflación esperada por el proyecto de ley de presupuesto 2011 que es de 3,3%, más aumento esperado de productividad que “con suerte” es 1%, “uno podría pensar en un reajuste razonable que no es más allá de 4% nominal. Además, eso está un poco en línea de las remuneraciones del resto de la economía”.
Efectos colaterales
De producirse un reajuste en la magnitud de lo que pide la mesa del sector público, la experta explica que como constituyen un argumento de negociación del resto de las remuneraciones, cuando es muy alto genera problemas de aumento en otros salarios. “Si no están en línea con la productividad comienzan los problemas de ocupación, con una menor creación de puestos de trabajo”, advierte la economista de LyD.