La economía atraviesa por un complejo escenario. El Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) acumula a marzo 2,6%, mientras que la inflación escaló a 2,1% en los primeros cuatro meses y 4,3% en doces meses. Ambos elementos llevaron a que el Banco Central hiciera una pausa en el sesgo expansivo de la política monetaria.
Si bien el economista principal de BBVA, Hermann González, admite que las últimas cifras de IPC no estaban en los cálculos de ningún analista, afirma que este fenómeno será transitorio y que a partir del segundo semestre los precios comenzarán a ceder. Por esta razón, ve espacio para que el ente emisor retome la senda de recortes de la tasa.
- En lo que va del año, la economía acumula un crecimiento de 2,6%, mientras que la inflación 2,1% a abril y 4,3% en doce meses. ¿Cómo se configura este nuevo cuadro macroeconómico y cómo se reflejará en el Ipom de junio?
- Lo más importante que ha sucedido desde marzo, luego del Informe de Política Monetaria, es que la inflación ha estado por sobre las expectativas de mercado y del propio Banco Central. El avance de la inflación será la principal novedad que se reflejará en el Ipom de junio.
- En ese sentido, ¿cuál es la trayectoria que debería experimentar la inflación? ¿En qué nivel debería cerrar este año? ¿Existe riesgo de mayores presiones?
- Si bien esperamos que la inflación se mantenga en niveles sobre 4% en doce meses durante los próximos meses, tendemos a pensar que hacia la segunda parte del año convergerá hacia la meta del Banco Central. Este argumento tiene implícito IPC con variaciones de 0,1% y 0,3%. Esperamos que la inflación cierre el año en 3,3%, lo que significará una corrección importante a la baja.
- Dicho eso, ¿qué factores le hacen ver que la inflación no seguirá subiendo?
- El impacto del tipo de cambio en los precios fue mayor al esperado, pero también vimos efectos de segunda vuelta. Es decir, la inflación pasada comenzó a afectar en los precios finales. Ahora, a medida que la economía y el consumo se sigan desacelerando, el efecto a precios será más acotado.
- Considerando la mayor inflación y la desaceleración, ¿cuál debería ser la trayectoria de la tasa de política monetaria?
- Lo que estamos viendo es un fenómeno de inflación transitorio y una marcada desaceleración de la actividad El PIB está creciendo a niveles cercanos a 3%, impulsado básicamente por un importante crecimiento de los recursos naturales. Esta característica del ciclo económico sigue configurando el escenario para que el Banco Central retome la trayectoria de recortes de tasa de interés.
- ¿En qué niveles se debería ubicar la tasa de interés a fines de este año?
- La tasa de interés puede tener tres recortes adicionales para llegar a 3,25%. Ahora creemos que la sorpresa inflacionaria hará que se posterguen los recortes hasta visualizar un escenario donde sea vea que la inflación empiece a ceder.
- ¿Cuándo será el momento en que el Central comience a visualizar que la inflación está controlada?
- No tenemos una fecha específica para nuevos recortes, pero creemos que en junio el Banco Central tendrá en su set de información un crecimiento sobre 3% y un IPC en torno a 0,2%, y ya en julio estamos viendo un escenario de Imacec también en 3%, pero con una menor inflación. De ahí en adelante podría gatillarse un recorte de política monetaria.
PIB de 3,4%
- Las cifras sectoriales mostraron un crecimiento de 1,5% del consumo y la minería creció 5,6%, mientras que la manufactura cayó 4,2%. ¿Cómo ve el escenario de crecimiento para 2014?
- Las cifras de actividad de abril fueron decepcionantes. Por ello, estimamos que el Imacec de abril se ubicará entre 2,4% y 2,6%, impulsado por minería, mientras que el sector comercio, que incluye mayorista y minorista, tendrá una incidencia nula. Nuestra previsión de crecimiento del año se mantiene en 3,4%. Por ello, vemos espacio para que el Banco Central sitúe un rango entre 2,75% a 3,75% para el PIB de 2014 en el próximo Ipom de junio.
- ¿Se comienza a materializar la desaceleración del consumo?
- Vemos una desaceleración en el consumo privado, particularmente en el componente durable y, en especial, en el mercado automotriz, que tendrá una caída de dos dígitos en el nivel de ventas este año.
- La inversión cayó 12,5% el último trimestre de 2013, mientras que el primer trimestre de 2014, la contracción fue de 5%. ¿Cómo será el comportamiento de la inversión este año?
- Las cifras disponibles del segundo trimestre siguen mostrando un retroceso de la inversión. Nuestro escenario base contempla una caída de 1,5% en el año.
- ¿Cuánto de la caída de la inversión corresponde al efecto que ha generado la reforma tributaria?
- Gran parte de la caída de la inversión tiene que ver con un fenómeno global, que incluye menor crecimiento de China y condiciones financieras internacionales menos favorables. La caída de la inversión en Chile es mayor que en economías comparables.
La incertidumbre no es una buena amiga de las inversiones y hoy tenemos mucha incertidumbre. Lo que está generando la reforma tributaria es una contención o postergación de los proyectos de inversión, pero creemos que cuando se apruebe la reforma, esto se diluirá y, a la vez, el mecanismo de depreciación instantánea tendrá un impacto de corto plazo para el desarrollo de la inversión de las grandes empresas.
Los aumentos de impuestos corporativos tienen impactos sobre la inversión. Sin embargo, esperamos que la discusión en el Senado genere acuerdos que mitiguen esos impactos. Otro mitigante está vinculado a un buen diseño e implementación de la reforma educacional, focalizando recursos en edad pre-escolar y escolar.
"Estimamos un déficit efectivo de 2% en 2014"
- En una perspectiva más amplia, ¿qué análisis se puede hacer de las razones que el gobierno anterior llevó a proyectar un PIB efectivo de 4,9% para este año?
- A fines de 2013 hubo un cambio muy drástico del escenario macro, que ni el Banco Central ni los analistas de mercado pensaban en agosto pasado, cuando se elabora el Presupuesto, que la economía este año crecería menos de 3,5%.
- Pero tampoco estaban las expectativas tan altas como el 4,9% que quedó plasmado en el Presupuesto.
- La Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central de agosto esperaba un crecimiento de 4,5% para este año. Mientras que en el Ipom de junio, el BC estaba entre 4% y 5%. Entonces, el 4,9% estaba dentro del rango del ente rector, pero en la parte optimista y era algo superior a las expectativas de mercado. Fue optimista dentro de los parámetros que eran razonables.
- El ministro también informó que el menor crecimiento repercutirá en que habrá US$ 2.000 millones menos de ingresos. ¿Comparte esa cifra?
- Sin tener información adicional, y con información pública, nos cuesta llegar a esa cifra sólo con el cambio en el escenario macro, ya que cada punto de menor crecimiento significa unos
US$ 600 millones de menores ingresos efectivos. Seguramente hay otras variables, además del escenario que se está considerando para llegar a esta cifra.
Otro análisis que no se ha hecho es que si bien hay un menor precio del cobre, que pasó de US$ 3,25 la libra a US$ 3,05, el tipo de cambio pasó de US$ 522 a US$ 560 y ese factor compensará los menores ingresos por cobre. Además, no se está considerando la recaudación, de aproximadamente US$ 800 millones, que debería comenzar a aportar la reforma tributaria este año.
- ¿Cuál es el mejor mecanismo para financiar estos menores ingresos?
- Las alternativas son utilizar los Fondos Soberados, emitir deuda o recurrir a la Ley Reservada del Cobre. Creemos que no es el mejor mecanismo recurrir a los Fondos Soberanos, ya que si bien existe la posibilidad de usarlos, se deben ocupar idealmente en episodios de crisis. Por ello, lo que nos queda es emitir deuda o, bien, recurrir a la Ley Reservada del Cobre.
- El gobierno deberá entregar en julio las estimaciones de déficit efectivo y estructural. ¿Cuáles son sus números?
- Estimamos un déficit fiscal efectivo del orden de 2% del PIB. Con respecto al déficit estructural falta conocer cómo será la convergencia para el balance estructural y la estimación de Hacienda de cómo ha cambiado su estimación de los ingresos estructurales. Es una información que todavía no está disponible y sería bueno conocerla para aclarar una serie de incertidumbres. Lo más lógico sería cumplir el déficit de 1% este año; y luego ir a convergiendo a un ritmo gradual de 0,25% por año hasta el 2018. Pero debido a lo que se ha mencionado para este año de mayores presiones de gastos y menores ingresos, podría partir con un déficit algo mayor a 1% este año e igualmente converger hacia el balance en 2018.