Por Alejandra Maturana
Las dudas sobre la efectividad de una intervención del Banco Central sobre el tipo de cambio desvían el debate a la búsqueda de nuevas alternativas que permitan por sí mismas o con una fórmula mixta mejorar el panorama para los exportadores nacionales.
Según algunos expertos, la compra de la divisa norteamericana por parte del ente rector es cara en relación al beneficio que puede traer y sus efectos son de corto a mediano plazo.
Al realizar esta acción, la entidad que encabeza Rodrigo Vergara debería colocar una deuda con la consiguiente pérdida del patrimonio, ya que las tasas de interés que rinden las reservas internacionales son menores a las que tendría que ofrecer el banco por lo papeles colocados.
Si bien es cierto que hasta el momento no se ha encontrado una alternativa a corto plazo que pueda suplir la intervención del Banco Central, hay algunas opciones que podrían ser un beneficio a largo plazo.
Según el economista Juan Eduardo Coeymans , la política más efectiva para elevar el tipo de cambio real sería una reducción del gasto fiscal, pero dadas las actuales presiones de demandas sociales ve muy difícil que se pueda hacer algo más allá de lo que ya está realizando el Ministerio de Hacienda en esta materia.
Además, el economista cree que el actual problema del gasto se da en el sector privado por las buenas expectativas sobre el crecimiento y el aumento de la masa salarial, por lo que se debería incentivar mejoras a la productividad.
Dentro de esto último, agrega, se deben reducir los altos costos de la energía y del transporte, junto con facilitar el inicio y cierre de negocios. “Así los exportadores tendrían algo que los defienda cada vez que el tipo de cambio se debilite”, destaca.
Por su parte, el doctor en economía Joseph Ramos tiene una propuesta que podría tener efectos bastante más inmediatos, pero que requiere ser analizada y discutida más profundamente.
Para el académico de la Universidad de Chile, la solución sería aplicar un impuesto a las exportaciones tradicionales para fomentar la productividad de las más novedosas o sensibles al tipo de cambio. “Si tú subes el tipo de cambio con una intervención, ahí ayudas a todos los exportadores. Yo no creo que los exportadores mineros, por ejemplo, necesiten ninguna ayuda. Entonces ¿Por qué darles a ellos esa ayuda? Hoy el 60% de las divisas entran por la minería y creo que uno puede hacer algo mejor que eso”, sentenció.
Al respecto, Coeymans catalogó esta propuesta de “políticamente incorrecta” ya que la aplicación de mayores impuestos frenaría la expansión del cobre, lo que tiene costos en eficiencia y crecimiento en el corto plazo. “Además produce incertidumbre sobre las reglas del juego, lo que también afecta al crecimiento. No hay soluciones sin costos y el remedio podría ser peor que la enfermedad”, señaló experto.