Economía y Política
¿Un golpe de timón en política monetaria?
Rodrigo Aravena G. Economista Jefe Banchile Inversiones
Por: | Publicado: Miércoles 4 de abril de 2012 a las 05:00 hrs.
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Luego de la mejora que ha experimentado el escenario macro, el aumento en las expectativas inflacionarias y el dinamismo en el empleo, resultaba poco probable que el Banco Central publicara un IPoM con un tono distinto. Definitivamente, este informe deja en evidencia, de manera explícita, una mayor preocupación por la inflación.
En esta ocasión, creemos que hay tres elementos a destacar. El primero es que este cambio de escenario naturalmente tiene consecuencias de primer orden sobre la política monetaria.
La evaluación de holguras de capacidad prácticamente cerradas, de un crecimiento en torno al potencial (la estimación puntual para este año se ubicó en torno a 4,5%) y el aumento experimentado por las materias primas son elementos que nos anticipan que la discusión será respecto del momento de volver a subir la TPM. Esto, mientras tengamos expectativas ancladas, en caso contrario, las alzas de tasas no se dejarían esperar.
El segundo elemento es que, en nuestra opinión, se está realizando un cambio de escenario a tiempo. Si bien el Central recortó la tasa de interés en enero (decisión que compartíamos dada la información disponible en ese momento), se está reconociendo un cambio en los riesgos inflacionarios con medidas de inflación subyacentes aún en la meta y sin señales evidentes de sobrecalentamiento (como un crecimiento excesivo del crédito, alzas desmedidas en salarios, etc), lo cual aún le da espacio para acumular más información antes de alterar la TPM.
El tercer elemento que a nuestro juicio debiera constituir una preocupación de mediano plazo, corresponde al déficit de cuenta corriente, el cual, de acuerdo al informe, superaría el 3,0% del PIB.
Si bien un saldo negativo en sí mismo no es un problema (por ejemplo podría ser justificado en medio de una recesión ante una política contracíclica), si resulta preocupante dado los actuales términos de intercambio.
No cabe duda que esto requerirá en algún momento un ajuste de gasto, lo cual se lograría también por una menor expansividad en la política fiscal.