El fútbol brasileño también busca ser potencia económica

Si bien en los últimos cinco años el ingreso de los 20 clubes más grandes de Brasil creció un 80%, aún exploran estrategias para consolidar sus economías.

Por: | Publicado: Sábado 23 de noviembre de 2013 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Aunque la mayoría de sus hinchas lo niegue, jugar en la segunda división del fútbol brasileño fue una de las mejores cosas que le pasó al Sport Club Corinthians Paulista.

Empujado por la necesidad, el club más popular de Sao Paulo tuvo que cambiar sus estatutos, estableció metas, multiplicó ingresos, contrató estrellas internacionales como Ronaldo y Roberto Carlos, adhirió a un exitoso programa de socio-hincha, abrió un serie de tiendas para productos bajo licencia del club y está por realizar el sueño de la casa propia, con la inauguración, este año, de un moderno estadio que será sede de la apertura del Mundial-2014.

Además, conquistó muchos títulos. Venció al menos una vez cada uno de los campeonatos que disputó, del Brasileiro de la segunda división, en 2008, al Mundial de Clubes de la Fifa, el año pasado.

Con ingresos de 358,5 millones de reales en 2012, fue el club brasileño con más recaudación y el que mejor administró el dinero, además de liderar el ranking de los más eficientes en gestión elaborado por Pluri Consultora.

Pero no es el único club que puso en marcha cambios. Otros llevan adelante experiencias diferentes, pero que tienen el mismo objetivo, como Internacional de Porto Alegre, Santos, Atlético Paranaense y Vasco da Gama. El problema es que convertir en más profesional lo que siempre tuvo una administración amateur y pasional es un verdadero desafío. Deporte preferido a nivel global, admirado por cerca de 3.000 millones de personas, según la FIFA, el fútbol completa 150 años. El 26 de octubre de 1863 un abogado británico decidió establecer las reglas del deporte. Comenzó entonces un negocio de escala global que actualmente moviliza ente US$ 400.000 millones y US$ 1 billón por año.



PIB y pasión


En Brasil, el fútbol es un juego de 36.000 millones de reales, lo que equivale a más o menos 2% del PIB, de acuerdo con los cálculos de Pluri. Es poco para un país que se transformó en referencia del deporte. Muy poco cuando se sabe que los clubes mueven solamente 10% de ese valor. Podría ser al menos el doble, según especialistas, si los clubes brasileños convirtieran al deporte en un negocio como sucede en Europa.

“El PIB del fútbol es 7% clubes y 93% la estructura que está alrededor”, según el economista Fernando Ferreira, socio director de Pluri. Esas estructuras son profesionales, tanto que las cuotas de auspicio televisivo, de R$ 180 millones cada una, están completas y ninguna de las empresas que financian el negocio quiere abandonarlo.

En los últimos cinco años el ingreso de los 20 clubes más grandes de Brasil creció 80%, pero el que más recauda no se acerca a los gigantes internacionales. El Real Madrid, campeón de los campeones por facturación, recaudó 513 millones de euros en la temporada 2011/2012. Corinthians obtuvo 94 millones de euros, menos de un tercio de la facturación del Chelsea, equipo que derrotó en la final del mundial de clubes el año pasado. “Brasil, por ser la séptima economía del mundo, debería tener el tercer o cuarto mercado de fútbol”, dijo el director de Pluri.

Brasil disputa la segunda división en varios criterios. “En facturación, somos el séptimo. En valor de mercado de jugadores, el octavo. En público en los estadios, 18, y en ocupación de estadios, 31”. Y el país no está completamente ajeno a estos hechos. “Brasil debe mejorar su desempeño en los negocios del fútbol porque tenemos una participación muy modesta en el PIB mundial del fútbol”, afirmó el ministro de Deportes, Aldo Rebelo.

Según el ministro, el podio lo tiene Inglaterra, con 30% y le sigue Alemania, con 20%. Detrás se ubican España e Italia. A Brasil cabe la modesta participación de 2% del PIB futbolístico mundial.



Gestión


“El gran avance en la última década fue el surgimiento de gente dedicada a la administración de clubes”, dijo Fernando Trevisan, investigador y consultor de Trevisan Gestión del Deporte y director-general de Trevisan Escuela de Negocios. Con una facturación equivalente a la de grandes empresas, esos clubes no podían continuar más como estaban, argumentó. Pero sin embargo, algunos insisten.

El problema se vincula con el origen. La constitución del estatuto establece que los clubes son sociales, y por eso dirigidos por personas no profesionales. En la mayoría de los casos, los dirigentes son hinchas apasionados. “Si el dirigente no recibe remuneración, necesita ganarse la vida con otra actividad y no consigue dedicarse a tiempo completo al club”, constató Trevisan. Tampoco tienen obligación de presentar resultados. Los negocios se realizan sobre la base de la pasión o del rencor. “La estructura se arma para no ser eficiente”, complementó el socio director de Pluri.

Mientras los clubes ingleses son empresas desde finales del siglo XIX, en Brasil son raras las experiencias similares. Una excepción es el Audax, que pertenecía al Grupo Pao de Acucar, pero se negoció este año, por unos 30 millones de euros, con Gremio Barueri. Otro es el Atlético Paranaense, el modelo más cercano al de empresa en la primera división.

“Los ingresos crecieron más, pero el endeudamiento también”, advirtió Trevisan. Datos de DBO Consultora indican que solamente el año pasado las deudas ascendieron 16%. DBO y FGV Proyectos estiman que el ingreso de los clubes fue de 3.100 millones de reales a 3.600 millones el año pasado, mientras las deudas alcanzaron a 4.700 millones.

“Queda claro que existe un problema de administración. Una salida sería transformar a los clubes brasileños en empresas, lo que creo poco viable. Pero existen otras”. Un modelo híbrido, por ejemplo, fue el que adoptó Santos Fútbol Club. Con un cambio en el estatuto, instituyó un consejo administrador siguiendo los moldes de la organización empresarial, con ejecutivos remunerados. Aunque es un modelo incipiente, aparecieron resultados. Fue el único de los mayores 20 clubes del país que redujo su nivel de endeudamiento el año pasado, “lo que indica un cambio de mentalidad”, según Trevisan.

Fernando Blumenschein, investigador de la FGV Proyectos y coordinador de un relevamiento ejecutado el año pasado, cree que para alcanzar un mayor grado de profesionalismo los clubes brasileños precisan atacar cuatro aspectos: mejorar la explotación de la marca en el mercado internacional -y la gestión es solo una parte del proceso-, aumentar el ingreso con estadios, mejorar el potencial exportador e incentivar a clubes de base para que formen nuevos talentos.

Lo más leído