Cada aumenta la importancia que tienen las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) dentro de la matriz energética del país. Al cierre de 2017, estas tecnologías concentraron 16% de participación en la generación y se proyecta que el crecimiento siga siendo a doble dígito.
Según explicaron en la Asociación Chilena de Energías Renovables (ACERA), se estima que para este año, la potencia instalada en esta modalidad crezca en 1.000 MW, de la mano de alternativas eólicas y solares fotovoltaicas principalmente, para así llegar a una capacidad de 5.900 MW al finalizar el año.
El crecimiento en el uso de las ERNC se refleja en el avance que se ha visto en los últimos cinco años, en donde este tipo de energía más que se quintuplicó, con una capacidad instalada que pasó de 952 MW en 2012, a 4.895 MW durante el último ejercicio.
Ante este escenario, uno de los desafíos principales para la industria, explicó el presidente del gremio, José Ignacio Escobar, tiene que ver con trabajar en tecnologías de almacenamiento de energía.
“Nos vamos a encontrar con las baterías mucho antes de lo esperado, pronto serán comercialmente competitivas, y ya vemos iniciativas que avanzan en su proyectos de generación, con su área de almacenamiento como un conjunto, o proyectos individuales, que identifican que el almacenamiento puede mejorar muchísimo y evitar inversiones adicionales en transmisión”, comentó Escobar.