En los últimos años, se han creado varias firmas de abogados globales que han modificado sustancialmente la radiografía de los despachos más grandes del mundo. Fundamentalmente, la principal apuesta ha sido la de unir firmas de dos países tradicionalmente amigos, con una lengua común y culturalmente parecidos –aunque a veces no tanto– como Estados Unidos y Reino Unido. Ha sido el caso de firmas como DLA Piper, Hogan Lovells, Squire Sanders Hammonds o Norton Rose Fullbright.
Sin embargo, más recientemente las firmas anglosajones están apostando por entrar en otros mercados, como Australia, China o Europa continental. Así, por ejemplo, se han producido fusiones como la del bufete angloamericano SNR Denton con el francés Salans; los británicos Ashurst y Herbert Smith con los australianos Blake Dawson y Freehills, respectivamente, o hace unos meses el inglés SJ Berwin con el chino-australiano King & Wood Mallesons.
Con todo, estas operaciones tienen un fuerte componente estratégico. Burkhart Goebel, socio director de Europa continental y miembro del consejo mundial de Hogan Lovells, asegura que “la decisión fue estratégica. Cuando te planteas una fusión entre despachos vale la pena prepararse y no precipitarse. En nuestro caso, el noviazgo duró dos años, porque habían cosas difíciles de vencer y porque teníamos claro que queríamos un despacho completamente integrado”.
En tanto, Juan Picón, codirector internacional y senior partner en España de DLA Piper, afirma que “una fusión sólo puede ser parte de una estrategia. Debe ser un medio más para llegar a un fin, y no un fin en sí mismo”. En el caso de DLA Piper, una de las primeras en realizarse (2005), el proceso de fusión duró 12 meses. “Para nosotros, la parte más complicada
fue precisamente encontrar un buen socio para unirnos, porque nos empeñamos
en asegurarnos que con quien nos asociáramos tuviese una cultura y unos valores parecidos a los nuestros”, explica Picón, que añade que “al final del proceso siempre surgen dificultades, pero se acometen más fácilmente desde un alineamiento de estrategias, valores y objetivos”.
Grandes fusiones
La unión entre Oriente y Occidente se ha disparado en los últimos meses. A fines del año pasado, la firma británica SJ Berwin se fusionó con la asiática King & Wood Mallesons, que era fruto a su vez de una unión anterior entre uno de los grandes oficinas de abogados de China y un importante despacho de Australia.
La fusión convierte a la firma en una de las 25 principales en el mundo y la octava por número de abogados (2.700).