En su primer acto público como presidenta de Banco Santander, Ana Botín defendió el legado de su padre, apostando por continuar con la estrategia de diversificación del grupo y priorizando la política de dividendos.
“La atención a ustedes (accionistas) fue siempre una de sus prioridades y el dividendo, objeto de atención principal para el banco”, dijo Ana Botín en alusión a Emilio Botín, fallecido el martes por un paro cardíaco.
Asimismo, señaló que la entidad está en camino de cosechar buenos resultados en 2014, en un momento en que la rentabilidad del sector bancario está en el punto de mira.
La hasta ahora responsable de la división británica de Santander destacó como principales retos las nuevas exigencias regulatorias a las que se enfrenta la banca en Europa derivadas de unos exhaustivos exámenes a su balance y unas posteriores pruebas de resistencia.
También remarcó que con la aprobación de una oferta para comprar el 24,75% del capital de Santander Brasil que el grupo aún no tenía, se afianzaba la política de diversificación del grupo, “clave para consolidar esta nueva fase de crecimiento de nuestros beneficios”.
Además, Ana Botín aprovechó para mandar un mensaje de confianza sobre la economía de Brasil: “superará el período de desaceleración económica por el que está pasando”, dijo, y añadió que esta transacción permitiría al banco un aumento de los ingresos por acción.