La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) está preocupada por la situación que viven las siete cooperativas de ahorro y crédito que están bajo su supervisión. Así se lo habría hecho saber a las entidades el titular del regulador, Eric Parrado, en una reunión que sostuvo hace unas semanas atrás.
En aquella oportunidad, Parrado habría señalado que existe un riesgo excesivo en las carteras de crédito de cuatro cooperativas, que sobrepasaban los estándares adecuados que estipula la SBIF. Por esa razón, habría exigido que comiencen a aumentar el nivel de provisiones para mejorar la situación, aseguraron fuentes de la industria.
Actualmente las cooperativas "tienen una cartera riesgosa, con una baja capacidad de recuperación", señalaron fuentes conocedoras del tema.
Según agrega el ejecutivo, en un caso extremo, si algunas entidades siguieran exhibiendo estos indicadores, correrían el riesgo de ser intervenidas. Esto, dado que la Ley General de Bancos faculta a la SBIF a intervenir una firma que se encuentra en condiciones precarias, debido a que debe resguardar la integridad de los ahorrantes que pusieron su confianza en esa institución.
Si lo anterior sucediera, se nombraría a un administrador de la empresa intervenida, el cual decidiría qué se hará con los activos y pasivos.
Consultada la Superintendencia de Bancos, declinaron referirse al tema.
Consecuencias
Sin embargo, las fuentes consultadas aclararon que ese escenario está lejano, ya que la exigencia de Parrado les da la oportunidad de recomponer y mejorar su cartera.
¿De dónde sacarían los recursos para ello? Según las fuentes, las compañías tendrían que realizar aumentos de capital para poder financiar el incremento en el nivel de las provisiones, donde serían los mismos socios los que aportarían el dinero.
De resultar exitoso este camino, se generarían varias consecuencias. Por un lado, las cooperativas tendrán que hacer una reclasificación del riesgo de los clientes a los que les entregan créditos, por lo que se les hará difícil otorgarles a los sectores de menores recursos, que son el eje de su negocio.
"Es decir, se haría un poco más exigente la entrega de préstamos, ya que si uno no se clasifica bien, hay que entregar mayores provisiones. Entonces, no se saca nada con dar más créditos si las ganancias están disminuyendo porque se deben hacer más provisiones", explicó un ejecutivo.
Este panorama pone en entredicho las proyecciones de analistas que apuntan que la baja en la tasa máxima convencional desplazará un porcentaje de clientes desde el sistema bancario hacia las cooperativas. ¿La razón? Estas entidades ya no podrán darle crédito con tanta facilidad a los segmentos más riesgosos, producto de los nuevas exigencias de provisiones.
Débiles indicadores
¿Cómo están las provisiones de las cooperativas actualmente? Según cifras de la SBIF, a septiembre pasado, las provisiones de estas entidades bajaron desde 7,56 a 7,06, en términos interanuales.
Este débil indicador se une al retroceso de 6,63% que experimentaron las colocaciones totales del sector, al tercer trimestre de este año respecto de igual período de 2013.
Asimismo, las utilidades de estas firmas cayeron un 16,82% en el período analizado, mientras que las inversiones descendieron un 9,37%.
Proyecto de ley brindará mejor desarrollo a las cooperativas
El proyecto de ley que reforma las cooperativas entró en su fase final tras ser aprobado en la Comisión de Economía del Senado, el pasado 19 de noviembre, en su segundo trámite constitucional. Ahora falta que pase a la sala para ser votado y, si le va bien, podría convertirse en ley en los próximos meses.
En este cuadro, la subsecretaria de Economía, Katia Trusich, quien encabeza el Departamento de Cooperativas, habla de la iniciativa que impulsa su cartera.
-¿Qué relevancia tiene el proyecto para el sector?
-Es muy importante. Por ejemplo, incorpora mejoras en lo que son los descuentos por planillas, estableciéndose que se podrá descontar hasta un 25% del sueldo de una persona en forma transversal, tanto en el sector público, como en el sector privado, como en las Fuerzas Armadas. Esto significaría contar con una herramienta muy útil para el desarrollo de estas empresas.
-¿Cuáles son los principales desafíos?
-Mejorar su capacidad de gestión, dado que muchas veces tienen altos costos de administración. A ello se suma que hay que avanzar en sus gobiernos corporativos, buscando que tengan mayor permanencia y mejor gestión en la toma de decisiones.
-¿El riesgo también es un desafío?
-Así es, hay que trabajar con ellas para que hagan un buen análisis de su cartera de riesgos y de esa forma evitar problemas en su traspaso a una supervigilancia más estricta como la que les impone la SBIF, entidad que las regula cuando pasan las 400.000 UF de patrimonio.