Citigroup designó a su directora ejecutiva, Jane Fraser, como presidenta del directorio del banco estadounidense y le otorgó un bono extraordinario de US$ 25 millones, reafirmando su posición de liderazgo al frente de la institución mientras impulsa una transformación radical.
Fraser asumió como CEO en 2021. John Dugan, quien había sido presidente del directorio desde 2019 —casi una década después de que el banco separara ambos puestos—, pasará ahora a ser director independiente principal de Citi.
“Citi está en un lugar fundamentalmente distinto del que estaba cuando se separaron estos cargos”, dijo Dugan. “El plan de Jane para hacer de Citi un banco más simple y enfocado ha creado valor significativo para los accionistas”.
A diferencia de la mayoría de las multinacionales, las empresas estadounidenses suelen permitir que sus máximos ejecutivos presidan también los directorios a los que rinden cuentas. En Wall Street, esta combinación es habitual y cuenta con el respaldo de bancos como JPMorgan, Morgan Stanley, Bank of America y Goldman Sachs.
El nombramiento de Fraser como presidenta del directorio de Citi sigue una decisión similar de Wells Fargo, que en julio anunció que su CEO, Charlie Scharf, también asumiría la presidencia de su directorio.
El bono otorgado a Fraser no estuvo sujeto a metas de desempeño predeterminadas. En una presentación regulatoria, Citi señaló que reflejaba la “convicción del directorio de que las prioridades estratégicas de Fraser son adecuadas y que las está ejecutando con rapidez y criterio”. Agregó que dos tercios de los programas de transformación del banco ya están “en o cerca del estado objetivo”, junto con un mejor desempeño bursátil.
Señales de avance
El nombramiento llega dos años después de que la ejecutiva escocesa presentara la mayor reestructuración de Citi en más de una década, con el objetivo de reimpulsar a un banco que ha quedado rezagado frente a sus pares desde la crisis financiera de 2008.
El año pasado, el tercer banco más grande de EEUU por activos anunció un recorte de 20 mil puestos de trabajo —alrededor de 10% de su dotación— como parte de la reorganización, que también otorgó a Fraser un mayor control al eliminar una capa de gestión entre ella y los responsables de las divisiones de negocio.
Aunque la entidad redujo su meta de rentabilidad sobre capital tangible —una métrica clave de rentabilidad— de entre 11% y 12% a entre 10% y 11% para 2026, hay señales de que la reestructuración comienza a dar frutos.
Las acciones de Citi han subido más de 50% en el último año, a su nivel más alto desde la crisis financiera.
La utilidad neta aumentó 16% en el tercer trimestre, hasta US$ 3.800 millones, gracias al crecimiento de los ingresos en sus principales divisiones, incluidas transacciones, banca de inversión y gestión patrimonial. La rentabilidad sobre capital tangible subió a 8%, desde 7% en el mismo período de 2024.
El último ejecutivo en ocupar simultáneamente los cargos de presidente y gerente general en Citi fue Charles Prince, quien asumió como CEO en 2003 y como presidente en 2006. Renunció a ambos puestos en noviembre de 2007.