Por Katherina Maraza A.
En la actualidad, Torres China, filial de la hispana Bodegas Torres, que controla la viña chilena Miguel Torres, figura como el segundo actor en la importación de vinos tradicionales al gigante asiático. Esto, a través de Shanghai Torres Wine Trading, fundada en 1999 y con la que en 2013 facturaron más de 25 millones de euros (US$ 31,5 millones).
Pero la historia se remonta hacia 1993, cuando Miguel Agustín Torres tuvo su primer acercamiento al gigante asiático mientras estudiaba en la escuela de negocios IMD en Suiza. En una clase un profesor comentó sobre el enorme potencial para emprender negocios que tenía ese país y fue ahí donde vio la oportunidad para sus vinos. Así lo recuerda su hijo Miguel Torres Maczassek, actual director general de Bodegas Torres y presidente de Miguel Torres Chile.
Los primeros pasos tras el arribo a China fue la creación, en 1997, del joint venture Zhangjiakou Great Wall Torres Winery, para cumplir con la exigencia legal de contar con un socio local.
Ese acuerdo, que también incluyó como accionista de Torres China a Barón Phillipe de Rothschild, incluyó una línea de embotellado y una pequeña viña experimental.
"Con Torres nos demoramos cerca de ocho años en 'recuperar la inversión'", comenta el ejecutivo y agrega que hoy ya adaptados a ese mercado, son el segundo importador en ese país.
Parte del éxito lo atribuyen a su estrategia de venta, pues al no contar con las conexiones de las grandes estatales, optaron por llegar directo a los consumidores.
Para ello crearon Everwines, su propia cadena de retail que tiene 25 tiendas a nivel nacional y es su plataforma para educar al público joven.
También tienen dos outlets, el Mouton Cadet Wine Bar y la Vinoteca Torres, ubicados en Guangzhou y Shanghai, ciudades en las que tienen oficinas, al igual que en Beijing, Shenzhen, Chengdu, Xiamen y Sanya, tienen oficinas.
El Mercado Chino
Torres Maczassek dice que el 80% del consumo chino de vino corresponde a producción local, lo que reduce las opciones de los importadores, cuyos productos aún son considerados como de lujo.
Agrega que el precio promedio retail de los vinos provenientes del extranjero se mueve en un rango de entre 12 y 15 euros (US$ 15 y
US$ 19 respectivamente), aunque advierte que aún hay espacio para los productos de más alta gama.
"El mercado número uno para nuestro vino premium, Manso de Velasco, es China y es el segundo más importante para nuestro Mas La Plana, vino ícono de España", detalla.
Proyecciones para 2014
Miguel Torres adelanta que debido al menor crecimiento en China esperan un comportamiento cada vez más en línea con lo de otros países desarrollados.
Este menor dinamismo ha afectado particularmente la venta de vinos en restaurantes, dando paso a que el crecimiento lidere en el off trade (supermercados).
Agrega que durante el primer semestre de este año el precio de venta de Torres en China ha aumentado un 10%, en comparación con igual periodo de 2013.
"Por el momento el pronóstico para el resto del año se ve prometedor y esto con un clima marcado por una importante caída de las importaciones de vino, debido a las medidas de austeridad del gobierno chino", explica Torres.
Así, esperan cerrar este año con un crecimiento en torno al 6%, tendencia que debiera mantenerse el próximo año, ya que "creemos que China comenzará a pedir vino nuevamente en 2015", concluye.
perspectivas en India
"India es uno de los futuros mercados top en el mundo. Existe un increíble potencial y esperamos un brillante futuro para todos", dice Miguel Torres sobre las proyecciones de expansión en Asia.
Explica que ya están en ese país y esperan fortalecer su marca a futuro, pero no como lo hicieron en China, sino que mediante socios como Prestige Wines & Spirits.
Sin embargo, Torres es crítico a la hora de señalar que los desafíos que mantiene India son los altos impuestos a los vinos y bebidas alcohólicas importadas.
"Los productores europeos pensamos que se nos cobran tasas exageradas, debido a impuestos especiales, como los Excise & Costume", dice.
Agregó que esperan que el gobierno indio y la comunidad europea lleguen pronto a acuerdo, porque inyectaría más competencia y "un campo de juego nivelado" para los productores de vino europeos, pero también para los indios, detalla.