No son solo las cuentas de la luz. Ahora es el turno de las tarifas del agua.
En el último tiempo, distintas empresas sanitarias del país han estado envueltas en procesos tarifarios para definir los valores del quinquenio 2025-2030.
La SISS revisa procesos tarifarios en Essbio, Nuevo Sur, Suralis y Aguas del Valle, y en breve comenzará con Aguas Patagonia. Los resultados se conocerán hacia fines de 2026, pero la autoridad no descarta alzas.
En este marco, Aguas Andinas fue la primera en comunicar un ajuste. A fines del año pasado informó un alza en la cuenta de agua potable, alcantarillado y tratamiento de aguas servidas de 5% para los próximos cinco ejercicios. Con las obras de inversión comprometidas, el incremento total llegaría a 12% a 2030.
En el caso de Esval -ligada al fondo de pensiones canadiense Ontario Teachers’ Pension Plan (OTPP)-, el nuevo cuadro tarifario debía haberse zanjado a fines del año pasado, pero la compañía y la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) quedaron entrampadas en un conflicto que retrasó la definición.
Tras meses de negociación, la sanitaria y la entidad ligada al MOP llegaron a un acuerdo. Según el superintendente Jorge Rivas, la nueva tarifa considera un alza promedio de 4,3% respecto de los valores vigentes.
Así, para una familia que consume 15 metros cúbicos (m3) al mes, la cuenta de $ 32.945 subirá en $ 1.417, alcanzando $ 34.361.
Al igual que Aguas Andinas, Esval realizará inversiones en este quinquenio, lo que se traducirá en incrementos adicionales a medida que se materialicen. Según Rivas, el ajuste total podría llegar a 11% a 2030.
De acuerdo con la memoria anual 2024 de la compañía, esta alza involucra a 900 mil clientes en Valparaíso y Coquimbo, equivalente al 15% de los hogares con acceso a agua potable en el país.
“Nuestra región es una de las más afectadas por el cambio climático, por lo que nuestro esfuerzo diario e inversiones de largo plazo están centradas en dar continuidad al suministro de agua potable. Este aumento supone una actualización necesaria para enfrentar el avance de la desertificación y la escasez hídrica”, señaló Esval.
El detrás de escena
El proceso comenzó a fines de 2024, cuando la SISS y Esval iniciaron conversaciones para definir los nuevos precios. Sin embargo, al llegar a noviembre de 2025 -plazo legal para sellar el acuerdo-, aún no había consenso.
Según Rivas, la primera propuesta de Esval buscaba un alza cercana al 10%, mientras que la Superintendencia apuntaba a mantener la tarifa lo más estable posible.
“Las conversaciones no siguieron porque nuestros pensamientos estaban muy lejos. No pudimos ni siquiera acercarnos porque era demasiada la distancia”, recalcó.
La complejidad aumentó porque Esval utilizó todos los mecanismos que la ley le permite para impugnar, lo que obligó a que en enero se constituyera la Comisión de Expertos, la cual resolvió en favor de un alza de 4,3%. Pese al fallo, la aplicación se retrasó. En marzo debía comenzar a regir la nueva tarifa, pero la SISS tuvo que procesar unas 350 discrepancias antes de emitir el decreto definitivo.
“Fue un proceso tremendamente complejo, como ninguno que habíamos tenido anteriormente. Las empresas sanitarias han ido buscando ciertas estrategias para lograr obtener mejores resultados; que de alguna manera complejizan la carga del fallo”, agregó Rivas.
Hoy, el decreto ya fue remitido al Ministerio de Economía, que deberá revisarlo y dictarlo formalmente antes de su toma de razón por la Contraloría. El objetivo es que las nuevas tarifas entren en vigencia antes de fin de año.
Lo que viene
Aguas Andinas y Esval no son las únicas. Actualmente, la SISS está revisando procesos tarifarios de Essbio, Nuevo Sur, Suralis y Aguas del Valle, y en las próximas semanas iniciará el de Aguas Patagonia, entre otras.
Aunque los resultados se conocerán recién hacia fines de 2026, la autoridad no descarta que se repitan tendencias similares. Según Rivas, factores como el estancamiento en el consumo de agua potable, el aumento de costos y el impacto del cambio climático -que obliga a mayores inversiones- elevan la probabilidad de alzas.
Sin embargo, aún no está definido el porcentaje ni si todas las empresas verán incrementos. “Se verá caso a caso”, concluyó Rivas.