El segundo tiempo de Primus, con Coeymans y Amenábar (ahora si que sí) fuera de la empresa
Una nueva plana ejecutiva, una comunidad de socios para recomprar deuda basura y a la espera de nuevas clasificaciones están en la firma financiera controlada por Raimundo Valenzuela. En el mercado dicen que Primus hoy, después de ordenar la casa y ganar plata por dos trimestres consecutivos, es de los factoring con la mejor cartera. Un proceso de M&A no se descarta en el mediano plazo.
Por: Nicolás Durante
Publicado: Sábado 20 de septiembre de 2025 a las 21:00 hrs.

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El 11 de septiembre, desde el quinto piso de El Bosque 130, en Las Condes, Consorcio llevó a cabo el remate de 248.268 acciones de Primus Capital, el factoring de Raimundo Valenzuela. El vendedor fue la sociedad ACM, de Francisco Coeymans, Ignacio Amenábar y Brian Moore. El BCI tenía prendadas esas acciones por unas deudas asociadas a la empresa de los exejecutivos de Primus y salieron a rematar el lote en $ 1.410 por papel. El comprador habría sido la misma Primus Capital, que pagó el precio mínimo, desembolsando un total de $350 millones, unos US$ 367 mil. Esa transacción valorizó a todo Primus en $3.780 millones, casi US$ 40 millones.
Lo que sí se sabe es que con ese acto, Coeymans y Amenábar, los protagonistas de uno de los escándalos financieros más bullados del último tiempo, dejaron definitivamente su participación en la empresa financiera. Moore sigue vinculado, a través de su sociedad ABM, que posee el 3% de la firma.
El caso Primus explotó en marzo de 2023, cuando la empresa emitió un hecho esencial diciendo que había descubierto un esquema fraudulento perpetrado por sus ejecutivos y terceros ajenos a la empresa y que luego se cuantificó en más de US$ 100 millones. La causa ha tenido de todo: espectaculares descubrimientos en Perú, matrimonios en la cárcel, extradiciones, prisiones preventivas y Valenzuela y sus socios desembolsando más de US$ 100 millones hasta ahora para salvar su empresa, y su prestigio.
“Vamos a pagar hasta el último peso”, era una de las frases que repetía Valenzuela a sus cercanos y clientes en medio del escándalo. En todo momento, ha sido Eduardo Guerrero, vicepresidente de la empresa y dueño del 11% de las acciones, quien ha liderado el proceso. Se ha instalado a diario en las oficinas de Primus en el piso 10 de Apoquindo 3000, el icónico edificio donde trabajaba el exPresidente Sebastián Piñera.
Valenzuela, a quien sí se le vio mucho al inicio, con el tiempo ha dejado de involucrarse tanto, traspasando el mando a Guerrero en Primus, y a su hijo, Eugenio Valenzuela Reymond, en el family office.
El trío ejecutivo
Para 2025 se fijaron dos metas: crecer y ganar dinero, además de potenciar a un equipo ejecutivo renovado y dejar atrás los resabios de Coeymans y Amenábar. Al alero de Guerrero trabajan dos jóvenes ejecutivos que él mismo fue formando.
Benjamín Laso, ingeniero comercial de la UC, inició su carrera profesional en BCI y desde 2012 se unió al family office Estrella del Sur, de Raimundo Valenzuela, donde estuvo a cargo de las áreas de administración, finanzas y operaciones para los negocios de la Agroindustria y Corporativo.
En abril de 2023, un mes después de que estallara el escándalo, Laso se hizo cargo de la investigación forense en Primus Capital y tuvo que analizar cada número y operación que habían realizado la dupla Coeymans-Amenábar, además de volver a emitir los estados financieros auditados. Luego le tocó cumplir un relevante rol en la continuidad operacional y reestructuración de la compañía. Hoy es director de Estrategia en Primus Capital, enfocado en las áreas de Finanzas y Operaciones, e integrante del directorio. Laso fue ayudante de Guerrero cuando hacía clases de economía, tanto en la UC como en la Universidad de los Andes.
El otro ejecutivo es Gabriel Marín, también ingeniero comercial de la UC, que comenzó trabajando en IM Trust/Credicorp Capital, enfocándose en inversiones latinoamericanas. El 2014 se incorporó a Estrella del Sur como responsable de estudios y posteriormente como CIO de la misma empresa.
Desde octubre de 2023 se hizo cargo de la reestructuración de las áreas, equipos y procesos de Primus Capital para luego pasar a desempeñarse desde enero de 2024 como director de Desarrollo de la compañía, liderando las áreas de Desarrollo, Riesgo y Comercial para Chile y Perú. También tiene un puesto en el directorio.
Pero el trío Guerrero, Laso y Marín ha ampliado su ámbito de acción fuera de las paredes de Primus. Los tres fundaron la administradora de fondos Invinsa, que este año concretó la compra de la AGF a Altis. Esta empresa, por ejemplo, es controladora del negocio Central Bodegas, además de tener varios fondos de inversión inmobiliarios, de deuda y private equity.
En el equipo directivo, y quienes están más enfocados en el día a día, destacan Cristián Barros, Carlos Figueroa y Fernando Álamos.
Según conocedores de la operación, el objetivo es que Guerrero salga de la gestión diaria de Primus, tal como lo venía haciendo antes de 2023 cuando estalló el escándalo, momento en el que tuvo que darle dedicación exclusiva a Primus.
Guerrero hoy volvió al equipo de José Antonio Kast, esta vez como asesor en materia económica, luego de que en el anterior intento del candidato del Partido Republicano por llegar a La Moneda, Guerrero fuera su jefe de esa área, que hoy lidera Jorge Quiroz. El equipo de asesores económicos más cercanos de JAK son Quiroz, Guerrero y Bernardo Fontaine. Además, el ejecutivo de Primus es director de Ideas Republicanas, el think tank ligado al Partido Republicano.
Varios vislumbran a Guerrero como parte de un futuro gabinete de Kast, el contendor mejor ubicado en las encuestas, por eso que se decidió a formar a la próxima camada que lidere la empresa, en el caso de que él emigre al mundo público. Y ahí están Laso y Marín, sus discípulos.
Los negocios familiares
A Primus lo controla Raimundo Valenzuela Lang a través de Inmobiliaria Estrella del Sur, donde el empresario posee el 84,67%. La otra sociedad es Inversiones Estrella del Norte, que es controlada indirectamente por sus hijos, los Valenzuela Reymond: Alejandra, Bernardita, Catalina, Josefina y Eugenio, cada uno de ellos con el 18,18% de participación, según sus estados financieros.
De los hijos, Eugenio es el más involucrado, quien ocupa el rol de CIO de Estrella del Sur. Antes pasó por BTG y Consorcio. Justo cuando estalló el caso, Valenzuela Reymond estaba haciendo su MBA en Estados Unidos y Guerrero ocupaba ese cargo en Estrella del Sur.
Los hijos, eso sí, participan en la Fundación Estrella del Sur, una organización creada por Raimundo Valenzuela originalmente para apoyar temas educacionales, pero que ahora ha ampliado su giro. Los únicos externos a la familia que participan en el directorio de la fundación son Eduardo Guerrero y Natalia García-Huidobro.
El año pasado contrataron diversas asesorías para potenciar el rol de la entidad y hacer una reingeniería de su gobernanza. Este año ficharon a Isabel Guzmán como directora ejecutiva y han ampliado su campo de acción, por ejemplo, hacia iniciativas ecológicas y urbanas como Barrios por el Clima en alianza con la Corporación Ciudades para la resiliencia climática barrial.
Por su parte, Raimundo Valenzuela es uno de los principales aportantes y director de la Corporación Cree, gestora y sostenedora del Colegio Cree Cerro Navia. “Los apoyos a esta corporación y su proyecto educativo, desde sus comienzos, tanto con aportes en dinero, como con su experiencia y conocimientos en diferentes ámbitos, integrando en la actualidad parte de su directorio. Cree Cerro Navia es un colegio gratuito y sin selección que comenzó a operar el año 2016 y actualmente tiene 783 estudiantes de pre-kínder a octavo básico”, se lee en la memoria de la fundación del año pasado.
Pero en el ámbito de los negocios, los Valenzuela han optado por especializarse en cuatro áreas, sin dejar de mirar y entrar a otras oportunidades cuando les hace sentido: vitivinícola, agrícola, financiero, inmobiliario.
En el mundo del vino destaca RR Wine, la firma de venta de vino a granel de Valenzuela que fundó en 1993 junto a Rodrigo Buzeta, exgerente de exportación de Viña Santa Rita. Buzeta dejó la empresa en 2022 y fue reemplazado por Matías Lecaros, quien antes había sido enólogo de Viña Carmen y Viña Santa Rita.
En el sector agrícola tienen Agrícola Pulmodón, que exporta cerezas, ciruelas y nueces. En el sector financiero e inmobiliario son accionistas pasivos de diversos instrumentos y fondos en Chile y el extranjero.
El préstamo de los socios
Los otros accionistas relevantes en Primus son Eduardo Guerrero con 10,96% a través de Inversiones y Asesorías Orlando Mágico; e Inversiones Los Cactus, de Fernando Franke, con el 14,1%. En Perú, Primus tiene el 95% de esa filial, y el resto está en manos del empresario local, Juan Rafael Fernández.
Quienes han hablado con Valenzuela dicen que no oculta su orgullo por haber dado vuelta los números en Primus. A junio de este año, reportó colocaciones por $170.838 millones, superando los $ 161.940 millones que informaron al cierre del año pasado.
Y además, ganaron plata por segundo trimestre consecutivo. Al primer semestre, reportó utilidades por $ 4.309 millones. El año pasado cerró con pérdidas por $ 4.606 millones.
Según sus estados financieros, hay un ítem de dinero que Primus debe devolver a sus accionistas, quienes sacaron de su propio bolsillo dinero para salvar a la empresa. Se trata de una “comunidad de compra de cartera” y se refiere a que, parte de la cartera fraudulenta fue comprada por los socios a Primus, pues al inicio no sabían la naturaleza del problema, y para evitar que los stakeholders se pusieran nerviosos con la situación de la empresa, tomaron la decisión de sacar del balance todo lo potencialmente contaminado.
A junio, la cuenta por pagar desde Primus en los próximos 12 meses ascendía a $ 1.991 millones. Dicha comunidad está compuesta por Estrella del Sur (Valenzuela) con 68,95% del valor total; Inversiones los Cactus (Franke) con el 14,10%; Inversiones y Asesorías Orlando Mágico (Guerrero), con 10,95%; Inversiones U.D.A. de Ian Ukrow con 0,69%; Inversiones Casib, del director legal de Primus, Patricio Cárdenas, y ABM Investment, de Brian Moore con 3,69%. Ukrow y Moore dejaron la empresa en marzo, aunque siguieron vinculados como asesores.
Todo ese dinero, Primus va a salir a cobrárselo a los vinculados al fraude y a la anterior auditora. “Existe juicio en curso contra los exejecutivos principales involucrados en esquema defraudatorio controladores de las Sociedades Inversiones ACM SpA, Coco Investments SpA, Coeymans & Puig Ltda., Inv. y Asesorías Seba SpA e Inversiones Indiana SpA. Al 30 de junio de 2025 y 31 de diciembre de 2024, se reconoce un deterioro total de estas partidas, equivalente a $ 1.681 millones”, reportaron.
En paralelo, en Perú siguen las investigaciones y van a recuperar el dinero esté donde esté, han reiterado los socios. Según conocedores de la causa en Lima, en cualquier minuto podrían producirse movimientos importantes, principalmente contra Elva Vracko, su madre e Ignacio Amenábar.
Lo que viene: subir la clasificación
Según comenta un alto ejecutivo del mundo de factoring, “hoy día Primus debe tener la cartera más limpia del mercado”, tras ordenar y saldar todo lo que dejó la anterior administración.
Por eso, lo que viene ahora es subir su clasificación crediticia y así optar a financiamiento más competitivo. Entre sus acreedores hoy tienen a bancos como Consorcio, Bice, BCI, un fondo de facturas de Toesca, BTG, así como la Corporación Interamericana de Inversiones del BID y Cargill.
En su última clasificación, Feller Rate dijo que “la clasificación ‘BBB-’ asignada a la solvencia e instrumentos de Primus considera un respaldo patrimonial adecuado, junto con un perfil de negocios y fondeo y liquidez evaluados en moderado. A su vez, incorpora un perfil de riesgos y capacidad de generación evaluados en débil. Por su lado, la asignación de perspectivas ‘Estables’ responde a un descenso del nivel de pérdidas de la compañía en el último año y la estabilización de sus niveles de morosidad, mientras el respaldo patrimonial sigue constituyendo un soporte material para la operación”.
Y Humpreys agregó que la compañía “ha estabilizado y mejorado sus sistemas operativos y de control, con el fin de evitar la repetición de los incumplimientos normativos que tuvo en el pasado (...) No es ajeno el que las expectativas de crecimiento y necesidades de inversión de la pequeña y mediana empresa, sumado a que Basilea III debiera disminuir la ventaja competitiva de los bancos (mayores exigencias de capital), se presentan como una oportunidad para la empresa en el mediano y largo plazo”.
Según dijo Guerrero en la carta de la memoria 2024, “el trabajo comprometido por la normalización de Primus nos permitirá dar por superada la crisis que nos afectó y fijarnos desafíos todavía más grandes para los próximos años”.
Aunque la empresa no está en un proceso activo de M&A, en el mercado creen que Primus pronto será parte de un proceso de fusión, compra o venta. Todavía no está claro si ellos saldrán a comprar o esperarán ofertas desde competidores locales o extranjeros. Mal que mal, justo cuando estalló el caso, Valenzuela estaba en avanzadas conversaciones para vender la empresa a Latam Trade y un inversionista mexicano, las que evidentemente quedaron en nada tras explotar los problemas.
Ese tipo de conversaciones, hoy día, con la casa limpia, ordenada y en crecimiento, podrían retomarse con varios actores que han mirado a la nueva Primus.

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