Los principales referentes del mundo empresarial escucharon, en medio de un ambiente más bien frío, el primer discurso del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, en Enade.
Asumiendo un rol más político, el jefe de las finanzas públicas planteó cuál será la magnitud de la reforma laboral, los desafíos del programa de concesiones del gobierno, la necesidad de que la institucionalidad ambiental "funcione" y defendió el plan de cambios que propone Bachelet, asegurando que algunos lo han "caricaturizado". También en varios pasajes alabó el rol de los empresarios en la economía.
Pese a las señales de certidumbre y estabilidad que nuevamente envió Hacienda a los privados, estos reaccionaron de manera bastante tibia al mensaje.
"Más que de la retórica, hablar o poner el titular, hay que hacer acciones concretas", apuntó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC) Ricardo Mewes.
El directivo añadió que como CNC "hace rato que estamos pidiendo audiencia al ministro (Arenas) para entregarle el estudio sobre trabas al comercio exterior, nos dicen que nos van a llamar y hasta el día de hoy eso no ocurre".
El timonel de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Jorge Mas, señaló que si bien hay una apertura al diálogo por parte de la autoridad, "faltan cosas concretas" y advirtió que aún "hay un clima de incertidumbre que esperamos se resuelva prontamente".
En la misma línea, el director ejecutivo de Forus, Alfonso Sweet, indicó que "el principal desafío es que el país recupere las confianzas, que nos salgamos del mundo de las trincheras y podamos darle contenido a este llamado de la alianza público-privada y una agenda concreta".
Por su parte, Jorge Awad, presidente de la Asociación de Bancos (ABIF), sostuvo que "el discurso del ministro fue un resumen histórico más que una proyección de futuro".
Las palabras de Arenas tuvieron una recepción más favorable en el presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hermann von Mühlenbrock. "Es un mensaje importante que dio el ministro Arenas y creo que eso deja un buen estado de ánimo en todos los empresarios que hoy estamos acá", expresó.
Sin embargo, el dirigente no mostró señales de conciliación ante los énfasis de la agenda laboral. "No tenemos detalles, nadie tiene un texto para opinar, siempre hemos dicho que la reforma laboral debe ser pro empresa, que vaya apuntalando la libertad de las personas, mejorando las remuneraciones, no puede ser una reforma sindical, tiene que estar orientada a que la gente esté mejor, no a que la dirigencia sindical, por decreto, salga más fortalecida", dijo.