El consejo
de administración del consorcio automovilístico General Motors anunció hoy en
Berlín su decisión de recomendar la venta del 55% al fabricante de componentes
austríaco-canadiense Magna y a su socio ruso el Sberbank, y de mantener el 35%
de las acciones.
En un
comunicado difundido por la central de General Motors Europe, se destaca, no
obstante, que todavía será necesario resolver "en las próximas
semanas" algunos puntos "importantes", como una "confirmación
por escrito de la representación laboral en la que se compromete a apoyar los
necesarios ajustes de costos".
Uno de los
puntos pendientes, añadió GM Europe, será el acuerdo definitivo sobre las
ayudas financieras del Estado y los Länder alemanes.
El diez %
restante del capital de la nueva compañía bautizada como "New Opel"
irá a manos de la plantilla, tal y como contemplaba la oferta inicial de magna.
De acuerdo
a GM Europe, Opel/Vauxhall y General Motors continuarían compartiendo el
desarrollo y la aplicación de tecnologías, un punto esencial para la casa
matriz a la vista de que las innovaciones tecnológicas salen sobre todo de la
filial europea.
"La
cooperación en esta red global de desarrollo tecnológico y ventas de GM
permitirá a Opel/Vauxhall y otras marcas de GM una economía de escala", es
decir, reducir costes una vez que se ha alcanzado el nivel óptimo de
producción, añadió la compañía.