El Gobierno de Japón investigará 38 quejas
presentadas, entre 2007 y 2009, en este país por la posible aceleración involuntaria de vehículos
de Toyota Motor, primer fabricante mundial de automóviles, informó hoy la
agencia local Kyodo.
El anuncio se realizó poco antes de la comparecencia ante el Congreso de EE.UU.
del presidente del gigante japonés, Akio Toyoda, para responder por ese posible
defecto, que provocó la llamada a revisión de 8,5 millones de vehículos Toyota
en todo el mundo.
Previamente, el portavoz gubernamental nipón, Hirofumi Hirano, dijo hoy que
"el fabricante debería tomar en serio el hecho de que tuvo defectos de
calidad y recuperar la confianza de la gente en Estados Unidos", tras los
fallos con los pedales de aceleración.
En la jornada de hoy, Akio Toyoda, intervendrá ante el Comité de Supervisión y
Reforma Gubernamental de la
Cámara Baja de EEUU, después de aceptar su "plena
responsabilidad" por los fallos de seguridad, que atribuyó en parte al
fuerte ritmo de crecimiento de la empresa.
En su testimonio, Toyoda ofrecerá más disculpas por los problemas de
aceleración que pudieron haber causado accidentes, incluyendo la muerte de
cuatro miembros de una familia en California (EE.UU.) el año pasado.