El estallido social y luego la pandemia provocaron una transformación en el eje comercial del centro de Santiago. En los últimos años, muchos locales optaron por migrar hacia otras zonas de la capital, lo que abrió espacio para que nuevos actores vieran una oportunidad.
Un levantamiento de la plataforma de geointeligencia Xbrein muestra cómo se ha reconfigurado el mapa comercial del centro capitalino. El análisis -que abarca el cuadrante delimitado por las calles Teatinos, Av. Presidente Balmaceda, Mac Iver y Av. Libertador Bernardo O’Higgins- reveló que más de 850 comercios de distintas categorías han cerrado desde octubre de 2019.
Las razones son múltiples. Según el fundador y CEO de Xbrein, Daniel Encina, entre los factores más relevantes se encuentran “la percepción de inseguridad dentro del sector, el deterioro del entorno urbano y la migración de oficinas y servicios hacia otras zonas; lo que ha reducido el atractivo comercial del centro y la dinámica propiciada por empresas de gran tamaño”.
Pese a los cierres, el levantamiento también mostró señales de reactivación. Hoy existen más de 3.400 comercios en funcionamiento, lo que equivale a un alza de 11% respecto a diciembre de 2019.

Encina explicó que esta alza se asocia a un “mejoramiento continuo de la zona”, que ha despertado el interés tanto de nuevas como de antiguas marcas que han aprovechado la vacancia para instalarse.
“El centro ha pasado por varios estados en los últimos años. Desde ser un polo consolidado y clave en la dinámica comercial, hasta un decaimiento muy fuerte producto de los impactos del estallido social y la pandemia. Hoy el centro de Santiago se encuentra en una etapa de reactivación y reconversión”, recalcó Encina.
El nuevo orden
El estudio de Xbrein identificó los rubros más golpeados por los cierres desde 2020. En primer lugar se ubican los restaurantes, que representan el 16,4% del total de locales que bajaron la cortina, seguido por el rubro de telefonía, comida rápida y vestuario familiar.
Si se observan las marcas, destacan los cierres de tiendas de telefonía -Claro, Entel, Movistar, Wom y Virgin Mobile—, junto a cafeterías como Paradiso, la tienda deportiva Patuelli, Telepizza y Rotter y Kraus. A esta lista se suman las grandes tiendas del retail, que dejaron locaciones históricas, como Falabella en Paseo Ahumada; París en Ahumada y en la Alameda; Ripley en Huérfanos; e Hites en calle Puente. “Estos locales dependían de un importante tráfico, y la caída de ese movimiento durante los últimos años impactó de manera considerable las ventas”, explicaron desde Xbrein.
La salida de los grandes actores abrió espacio a nuevos jugadores. Carnicerías, botillerías, almacenes, minimarkets y los malls chinos comenzaron a llenar los vacíos dejados por las cadenas tradicionales. Según Encina, este fenómeno “responde en general a menores precios, lo que permite que se puedan desarrollar con una velocidad importante”.
El mapa actual muestra un reordenamiento del ecosistema comercial; mientras ópticas, restaurantes y tiendas de vestuario familiar han perdido participación, las joyerías, almacenes y botillerías han ganado presencia.
El panorama futuro apunta a una recuperación paulatina, aunque condicionada a factores estructurales. El CEO de Xbrein proyectó un aumento gradual de aperturas en la medida que el sector logre mejorar sus condiciones de orden y seguridad. “Si a eso se le suman condiciones inmobiliarias de venta o renta atractivas, de seguro que a las marcas les hará sentido posicionarse en el centro de Santiago”, señaló.
Para lograrlo, agregó, será clave el apoyo de las autoridades con políticas que incentiven la diversificación del comercio y la mayor demanda en la zona.