El grupo bancario y de seguros ING
anunció hoy que suprimirá 7.000 empleos en todo el mundo, y una
pérdida neta de unos 1.000 millones de euros (cerca de US$ 1.299 millones) en el ejercicio 2008,
cifra que está basada en resultados preliminares y cifras sin
auditar.
El grupo bancario explicó que la pérdida incluye desinversiones
como su división de seguros en Taiwán y la finalización de sus
negocios de pensiones en Argentina, según un comunicado.
Además ING anunció hoy la dimisión de su actual presidente ejecutivo, Michiel Tilmant, una decisión que tiene que ser aceptada
el próximo 27 de abril por los accionistas.
El grupo bancario espera que la reducción de empleos anunciada
reporte un ahorro de costos de 1.000 millones de euros durante 2009
(US$ 1.299 millones) y un descenso estructural de costos de aproximadamente 1.100
millones de euros (US$ 1.428 millones) a partir de 2010.
Además de suprimir puestos de trabajo, ING reducirá costos de
oficina, mercadotecnia, el programa de patrocinio en la Fórmula 1 y
renegociará ciertos contratos en el sector informático.
"Con el fin de adaptar la organización a la nueva coyuntura
económica, ING ha anunciado pasos para reducir riesgos, costos y
centrarse en sus negocios más importantes", indicó el comunicado.
Además ING anunció que recibirá un nuevo apoyo del Estado
holandés, el cual avala el 80% de las hipotecas
problemáticas de ING en Estados Unidos (las llamadas hipotecas
"Alt-A").
Según el nuevo responsable principal de ING, Jan Hommen, "este
paso es la lógica continuación de la inyección de capital del año
pasado".
ING ya recibió el pasado octubre una inyección de capital de
10.000 millones de euros (unos US$ 12.990 millones) por parte del Estado holandés.
A cambio del nuevo apoyo del sector público, ING ha prometido
reservar 25 millones de euros (US$ 32 millones) extra para créditos a consumidores y
empresas, renunciar a las bonificaciones de los directivos en 2009 y
elaborar una nueva política de bonificaciones para consolidar la
tendencia a la baja de las mismas.
ING espera cerrar el año en su división bancaria con un beneficio
neto de 500 millones de euros (US$ 649 millones), mientras que la división de seguros
lo hará, según las cifras hoy disponibles, con una pérdida de 9.000
millones de euros (US$ 11.691 millones).
El grupo bancario explicó que "las condiciones de mercado en el
tercer trimestre se deterioraron fuertemente, siendo el peor
trimestre, afectado por la crisis de los mercados financieros, de
los últimos cincuenta años".
Como consecuencia de la coyuntura económica, el grupo holandés
sufrió en ese periodo una pérdida neta de 3.300 millones de euros (US$ 4.286 millones),
según recordó hoy.
Hommen declaró en el comunicado estar "por supuesto decepcionado
con nuestros resultados en esta difícil coyuntura (...)".
Añadió que "sinceramente sentimos el impacto que algunas de las
medidas que estamos anunciando hoy tendrán sobre nuestros colegas,
pero son necesarias para nuestra organización en este nuevo entorno
de mercado", dijo en referencia al recorte de plantilla.