La fabricante estadounidense de
maquinarias agrícolas John Deere despidió a 502 trabajadores en una
de sus plantas en Brasil, después que sus encomiendas se derrumbaran
por la crisis internacional y la sequía en Argentina, Uruguay y
Paraguay, informó hoy la empresa.
Los trabajadores pertenecían a la fábrica de cosechadoras y
sembradoras de John Deere en Horizontina, estado de Río Grande do
Sul, que atiende a clientes brasileños y de los vecinos del sur.
La empresa señaló que necesita adecuar su ritmo de producción de
las máquinas a la demanda, que se ha reducido en los últimos meses
por los impactos en Brasil de la crisis financiera mundial y por los
problemas climáticos que llevaron a agricultores a cancelar pedidos.
El ejecutivo Alfredo Miguel Netto, director de asuntos
corporativos de John Deere para América del Sur, dijo en una
entrevista con la cadena Radio Gaucha de Río Grande do Sul que la
empresa espera volver a contratar sus trabajadores en la segunda
mitad del año, dependiendo de las condiciones del mercado.
En noviembre pasado preveían un aumento del 5,0% en la demanda
global de sus productos y en América del Sur de 10% a 20%. Pero el
mercado de cosechadoras, solamente en Argentina, se redujo el 50%,
explicó Netto.
A finales de 2008 la trasnacional tenía 3.764 trabajadores fijos
en su fábricas de Horizontina, en Catalao (estado de Goias) y en sus
centros de operaciones en el estado de Sao Paulo.
En octubre, con la primera cancelación de encomiendas de
cosechadoras para Argentina, la empresa ya había despedido a 240
trabajadores en Horizontina, donde empleaba en total a 2.700 en su
plantilla ahora reducida a unos 1.960 empleados.