Minería
Minera de Hurtado Vicuña y Fernández León avanza con Codelco en proyecto de US$ 900 millones
La estatal tiene el 40% de la iniciativa que nació de un acuerdo de explotación, confirmaron en la corporación del cobre.
Juan Hurtado Vicuña, presidente de Pucobre y Eduardo Fernández León, accionista de Pucobre. Fotos: Julio Castro y Archivo
Cuando se dice que la minería es un negocio de largo plazo, esto queda comprobado con Tovaku, el proyecto cuprífero greenfield controlado por Pucobre, ligado a las familias Hurtado Vicuña y Fernández León, y en donde Codelco tiene un 40% y la firma privada el restante 60%.
La iniciativa, que parte desde cero, considera una inversión de US$ 870 millones y se viene planeando desde hace dos décadas.
La cuprífera estatal es la dueña original de las pertenencias mineras donde está el proyecto y ese fue su aporte inicial al negocio.
Todo partió con un acuerdo de exploración en 2009 entre Codelco y Pucobre, para prospectar la zona Puntillas -Galenosa, ubicada a 50 kilómetros al noreste de Tocopilla. Pero se encontró mineral y el negocio flotó.
Para la minera estatal, el proyecto con la minera de Hurtado Vicuña y Fernández León se enmarca en su política de asociarse con terceros para valorizar concesiones y compartir riesgos, sobre todo en activos de otra escala como es Tovaku.
Según el estudio ambiental, la iniciativa se emplaza en las comunas de María Elena y Tocopilla, Región de Antofagasta.
Considera la explotación de un yacimiento a rajo abierto más la planta de procesamiento y un parque solar fotovoltaico de 193 MW de capacidad instalada total, que contempla adicionalmente una planta de almacenamiento de energía en baterías.
A esto se suma un sistema de impulsión de agua de mar de una longitud de 72,5 kilómetros, que permitirá el transporte de agua de mar desde Tocopilla hasta la zona del proyecto. Para los requerimientos energéticos del enclave minero, se construirá además una línea de transmisión eléctrica de 220 kV que se interconectará con el Sistema Eléctrico Nacional.
El yacimiento se explotará durante un período estimado de 21 años, se señala en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA). Se contempla una producción anual de 46 mil toneladas de cátodos de cobre de alta pureza.
Se estima que la etapa de construcción tendrá una duración de 28 meses, la operación minera producirá por 21 años y se contempla asimismo una etapa de cierre de una duración de dos años, seguidos de la fase en la que se aplicarán medidas de post cierre.