El grupo holandés de electrónica Philips
anunció hoy pérdidas de unos 1.470 millones de euros (unos US$ 1.909 millones) en el último
trimestre de 2008 y confirmó que suprimirá en 2009 unos 6.000
puestos de trabajo en todo el mundo.
Se trata de la primera vez en cinco años que el gigante de la
electrónica registra pérdidas trimestrales y lo hace a pesar de que
sus ventas en el sector médico aumentaron un 9% entre
octubre y diciembre, según indicó en un comunicado.
"La evolución de nuestros resultados trimestrales refleja la
velocidad y ferocidad sin precedentes con las que la economía se ha
ralentizado en 2008", indicó el presidente de Philips, Gerard
Kleisterlee.
Los números rojos del último trimestre de 2008 contrastan con las
ganancias de 1.393 millones de euros (US$ 1.809 millones) en el mismo periodo del año
anterior.
En el conjunto de 2008, el resultado operacional antes de
intereses, impuestos y amortizaciones (EBITA) del grupo ascendió a
931 millones de euros (US$1.209 millones) y la dirección ha propuesto que se repartan
beneficios de 0,70 euros por acción.
La empresa achaca a la crisis económica y a la reducción de la
demanda, en especial en el ámbito doméstico, el empeoramiento de sus
cuentas.
Para compensar esta situación, Philips ha decidido acelerar sus
programas de reestructuración que, asegura, deberían ofrecer
beneficios anuales de 400 millones de euros (US$ 519 millones) partir de la segunda
mitad de 2009.
En una rueda de prensa, Kleisterlee confirmó hoy que la empresa
llevará a cabo a lo largo de este año el recorte de plantilla que
había anunciado previamente y que afectará a 6.000 empleados de
todas las divisiones.
"Confío en que la fuerza de nuestro negocio y las medidas tomadas
para afrontar la ralentización nos permitan superar con éxito esta
crisis económica, haciéndonos más fuertes para seguir creciendo",
señaló el presidente de la compañía.