Los trabajadores de British Airways (BA)
rechazaron hoy en una asamblea celebrada en Londres la propuesta de
la dirección de la aerolínea de reducir costos mediante el despido
de miles de trabajadores y una congelación salarial.
El sindicato Unite informó tras la reunión celebrada en el
aeropuerto de Heathrow de que la decisión final de los empleados
representados en la asamblea, incluido el personal de cabina, fue
rechazar con claridad los planes de la empresa.
La dirección de British Airways había fijado la fecha del 30 de
junio como tope para llegar a un acuerdo sobre la rescisión de 3.500
empleos y sobre la congelación salarial de la plantilla, con el
objetivo de reducir los costos entre 100 y 130 millones de libras
(entre US$162 millones y US$211 millones).
BA anunció en mayo pérdidas antes de impuestos durante el último
año financiero (de abril a marzo) por valor de US$401 millones. Desde entonces, ha pedido a sus empleados que renuncien a parte
de su sueldo para ayudar a la aerolínea a superar el grave bache
financiero que atraviesa por el descenso en el número de viajeros.
Como ejemplo se puso al presidente de la aerolínea, Willie Walsh,
que no cobrará su salario de 61.000 libras (US$100.660) correspondiente al mes de julio.
Los trabajadores de BA, especialmente los pilotos y el personal
de cabina, no quieren renunciar, ni siquiera temporalmente, a una
serie de beneficios laborales porque temen que la empresa no se los
devuelva una vez que se considere superada la crisis.
A lo más que llegan los sindicatos es a firmar una congelación
salarial durante dos años, que según se afirmó desde Unite supondría
un ahorro de 50 millones de libras (US$81 millones).