La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, manifestó hoy que con la muerte del ex dictador Jorge Rafael Videla "un ser despreciable ha dejado este mundo" y señaló que "la historia evaluará el genocidio y el oprobio de la dictadura cívico-militar que encabezó y de lo que no se arrepintió".
"Ya acá fue juzgado y condenado", señaló en declaraciones a radio Continental, y consideró que a pesar de estar bautizado, haber tomado la comunión, confesado y vuelto a comulgar "no irá al cielo" porque "a pesar de lo que diga el hombre en la Tierra, el que está arriba dirá otra cosa".
Carlotto consideró que el perdón exige arrepentimiento y puntualizó que "no se arrepiente el que no pide perdón, el que no repara o trata de reparar e insiste en eliminar al que piensa distinto y para hacerlo invoca la protección de Dios".
"Esa es la palabra del hombre. Hay hombres buenos y hombres malos. Ese fue un hombre malo", concluyó.
Por su parte el legislador porteño Juan Cabandié, nieto recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, lamentó hoy que el dictador se haya "llevado a la tumba información muy importante en relación a los nietos que faltan encontrar y al destino" de los desaparecidos.
En este marco, señaló que, en lo personal, Videla fue quién a él le quitó la posibilidad de "ser abrazado" por su madre o de "ser aconsejado" por su padre', de tener "el cobijo" de sus padres y de crecer en su familia.
"La única felicidad de los últimos años es que sus largos últimos días los haya vivido en una cárcel común, con prisión efectiva, gracias a las anulación de leyes de la impunidad, conseguida por la voluntad política de Néstor Kirchner", aseveró el titular del bloque de legisladores porteños del Frente para la Victoria.