Brusca escalada del dólar no da tregua y complica a emergentes
Nuevos datos de EEUU llevaron a los bonos del Tesoro a su máximo rendimiento en siete años.
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La rápida escalada del dólar no da tregua. Ayer, la moneda estadounidense anotó nuevos máximos del año, complicando aún más a los mercados emergentes que sufren por la expectativa de que el financiamiento se vuelva más caro.
En Chile, el tipo de cambio llegó a ubicarse en $ 635,80 durante la mañana, un salto de $ 10,70 en comparación con el cierre de la jornada anterior, antes de cerrar en $ 632,10. Parte del impulso tuvo que ver con un retroceso del cobre, que se ubicó bajo los US$ 3 ,10 por libra en la Bolsa de Metales de Londres.
Pero la mayor parte del movimiento tuvo que ver con nuevos datos de ventas minoristas y manufacturas en Estados Unidos, que reavivaron la sensación de que la Reserva Federal acelerará su normalización de la política monetaria más rápido de lo que se había previsto, encareciendo el costo del financiamiento.
Todo ello impulsó el rendimiento de los bonos del Tesoro, que anotó máximos desde 2011. Los títulos a diez años llegaron a anotar un retorno de 3,093%. Con ello, el Índice del Dólar de Bloomberg, que mide a la divisa estadounidense contra una canasta de sus pares del mundo desarrollado, llegó a avanzar 0,9%. El euro y el yen se debilitaron.
Los ojos estaban en los mercados emergentes. Un análisis de Capital Economics apuntó que, mientras Argentina, Venezuela, Ucrania y Turquía son los más afectados, otros, como Chile, Sudáfrica y Rumania también podrían verse golpeados.
Su visión se basa en el requerimiento bruto de financiamiento externo (GXFR), que es la suma del déficit de cuenta corriente y la cantidad de deuda externa que madurará en los próximos doce meses. “En Sudáfrica, Rumania y Chile la cobertura de reservas por sobre los GXFR es baja y mientras una crisis inmediata parece improbable, la política fiscal necesitará endurecerse en los tres países en los próximos años”, señaló la consultora.
Los datos
El Departamento del Comercio de EEUU reportó ayer que las ventas minoristas subieron 0,3% en abril en comparación con marzo, además de corregir al alza el registro de ese mes a 0,8%. Nueve de las trece categorías medidas registraron crecimiento, lo que fue leído como una señal de recuperación tras un primer trimestre flojo.
Asimismo, el índice de manufacturas de la Fed de Nueva York anotó un fuerte crecimiento en mayo, con un avance de 20,1%, por encima del 15,8% registrado en abril.
Todo ello volvió a impulsar la sensación de que la normalización monetaria en EEUU podría ser más rápida de lo previsto. “El empleo está aumentando, los salarios están creciendo y la reforma tributaria significa que hay más dinero en los bolsillos de las personas”, dijo a Financial Times el economista internacional jefe de ING, James Knightley. “Esto nos hace prever más alzas de tasa este año”.
La Fed planea subir al menos tres veces los tipos de interés este año, pero el mercado lleva meses anticipando que podría moverse más, ante el bajo desempleo y el crecimiento sostenido. Un análisis de Bloomberg apuntó ayer que la probabilidad implícita de cuatro movimientos subió a más de 50%.
La Fed ya aplicó su primer movimiento en la tasa en marzo. El mercado prevé que el próximo se hará en la siguiente reunión, programada para el 12 y 13 de junio.
Deuda emergente
La caída de las monedas emergentes fue la más fuerte en un año, con el índice de JPMorgan llegando a retroceder 1,4%. De las 24 divisas monitoreadas por Bloomberg, 23 anotaron pérdidas.
No todo fue por el dólar. La lira turca, una de las más golpeadas en las últimas semanas, cayó 1,9% a su mínimo histórico, luego de que el presidente Recep Tayyip Erdogan dijera en una entrevista con Bloomberg TV en Londres que buscará tener más control sobre la política monetaria si gana la reelección. Por su parte, el rand sudafricano llegó a perder 2,5% y el rublo ruso 1,4%.
Los ojos siguen puestos en la Fed: si la normalización monetaria se acelera, los países verán reducidas sus opciones de financiamiento.
“Hay una preocupación real sobre los déficit y la disponibilidad de liquidez ahora que la Fed se está moviendo”, dijo a Bloomberg el jefe de estrategia para América de NatWest Markets, John Briggs.
En adelante, la atención estará en los precios a los consumidores estadounidenses que, después de años de estancamiento, comienzan a subir hasta acercarse a la meta de 2%. La Fed ha dado señales de que está dispuesta a tolerar que el indicador sobrepase el objetivo. Si llega a 3%, con los bonos del Tesoro en el nivel actual, el escenario para los emergentes sería similar al de la crisis asiática de 1997, la burbuja tecnológica de 2000 y la crisis financiera de 2008.
“La pregunta es cuán rápidamente llegaremos ahí”, dijo el gerente de Dalton Investments Pedro Zevallos a Bloomberg. “Si el paso hacia el 3% es moderado, los emergentes deberían estar bien. Si la presión inflacionaria llega más rápido de lo esperado, será un problema”, sentenció.