El gobierno de Estados Unidos concretó hoy su promesa de trasladar desde Tel Aviv a Jerusalén su embajada en Israel, reconociendo la ciudad disputada como capital del país.
La jornada estuvo marcada por un recrudecimiento de la violencia en la frontera, donde decenas de miles de manifestantes se han reunido para protestar. En la franja de Gaza, la policía israelí abrió fuerza contra manifestantes y dejó a 41 muertos y unos mil heridos, según informó el Ministerio de Salud palestino. Se trata de la jornada más sangrienta desde los enfrentamientos de 2014.
Mientras eso ocurría, en Jerusalén se realizó una ceremonia en que participaron autoridades del Departamento de Estado de EEUU, así como la hija del presidente Donald Trump, Ivanka, y su esposo Jared Kushner, ambos asesores de alto nivel en la Casa Blanca.
El propio mandatario grabó un video en el que manifestaba que "Israel es una nación soberana con derecho a determinar su capital (...) Por años, hemos estado ignorando lo obvio, que Jerusalén es la capital de Israel".
Añadió que hoy "Nuestra gran esperanza es por la paz. EEUU está comprometido con facilitar un acuerdo de paz (...) EEUU siempre será un gran amigo de Israel y un socio en la búsqueda de libertad y paz".