Economía

La historia olímpica de Corea del Norte

Pese a ser considerado el país más hermético del mundo, destaca en deportes como la halterofilia y la lucha. Su exitoso historial está inevitablemente marcado por su aislamiento geopolítico y los JJOO de invierno en Pyeongchang no serán la excepción.

Por: Nicolás Wiechert R. | Publicado: Viernes 9 de febrero de 2018 a las 04:00 hrs.
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Desde hoy y por más de dos semanas, la tranquila ciudad surcoreana de Pyeongchang -de 43 mil habitantes y a 127 kilómetros de la capital, Seúl- se convierte en el centro de la atención mundial. Allí se realizarán los mayores Juegos Olímpicos de Invierno de la historia, en que participarán casi tres mil atletas de todo el mundo. Pero también se reunirán, por pocos días y sin contacto directo, altos representantes del gobierno de Estados Unidos y del régimen de Corea del Norte.

La participación de una delegación norcoreana en lo que su vecino del Sur ha denominado “Los Juegos de la Paz” se ha visto como una apertura a responder el llamado de diálogo de Seúl. El presidente surcoreano Moon Jae-in, en el poder hace menos de un año, ha insistido en una invitación a conversar sobre el futuro de la relación entre ambas naciones, que por 65 años han estado en tregua.

Pero el participar de estos eventos es una señal que Pyongyang ya ha dado antes. El país cuenta con un historial olímpico nada despreciable: 56 medallas -16 de ellas de oro-, obtenidas principalmente en los juegos de verano, con particular éxito en halterofilia, lucha y boxeo. En esta oportunidad, su delegación de 22 deportistas incluye a esquiadores, patinadores artísticos y de corta distancia, además de jugadoras de hockey que formarán parte de un equipo binacional que reunirá, por primera vez, a atletas de ambas Coreas en un solo equipo olímpico.

El historial olímpico de Pyongyang

La primera vez que una delegación norcoreana apareció en unos JJOO fue en 1964, en Innsbruck, Austria, 11 años después de que la Guerra de Corea terminara en un armisticio. En esa ocasión, Han Pil-hwa ganó una medalla de plata en patinaje de velocidad femenino.

Ocho años más tarde, Corea del Norte participó en los Juegos de Verano en Münich, donde consiguió una medalla de oro en tiro, una plata en boxeo y dos bronces en vóleibol femenino y judo masculino. Su participación en los Juegos Olímpicos de Invierno sería esporádica, pero continuó apareciendo en las ediciones de verano, con la excepción de los Juegos Olímpicos de 1984 en Los Ángeles y de 1988 en Seúl. En ambos años, Pyongyang se unió a un boicot de los eventos dirigido por la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

La geopolítica marca todo su historial olímpico. Un año antes de los JJOO de 1988, agentes norcoreanos habían participado en el bombardeo de un avión surcoreano, en el que murieron 115 pasajeros y la tripulación. Uno de los asesinos confesaría más tarde, e implicaría al futuro líder supremo, Kim Jong-il, padre de Kim Jong-un.

Pero tras el evento deportivo, el aislado país comenzaría a usar los JJOO como espacio simbólico de reconciliación con el Sur. En 1991, las dos Coreas enviaron equipos unificados a los campeonatos mundiales de tenis de mesa en Japón y al Campeonato Mundial Juvenil de la FIFA en Portugal. Un año después, el Norte enviaría una delegación a Barcelona, donde registró uno de sus años más exitosos: ganó nueve medallas, incluyendo cuatro oros.

Las dos naciones también marcharon juntas en las ceremonias de apertura de los JJOO de verano en 2000 y 2004, así como en los de Invierno en 2006, siempre bajo una “Bandera de Unificación de Corea”.

Los últimos JJOO de Verano, en 2016, en Río de Janeiro, produjeron un inusual momento de esperanza para las dos Coreas, cuando la gimnasta surcoreana Lee Eun-ju posó para una selfie con Hong Un-jong del Norte.

Vivir del deporte

A pesar de que los deportistas exitosos son objeto de orgullo nacional, la censura y el aislamiento provocan que los norcoreanos no obtengan una imagen completa de los JJOO. Aunque algunos eventos con ellos se muestran en vivo en la televisión estatal, la limitada disponibilidad de medios en el país significa que los certámenes no reciben la misma cantidad de cobertura que en otras naciones.

Pero los atletas olímpicos en el país llevan vidas lujosas, en comparación con el ciudadano promedio en Corea del Norte. No solo reciben mejores viviendas y otros beneficios, sino que también tienen la oportunidad de viajar al extranjero, algo que pocos norcoreanos pueden hacer.

Sin embargo, los norcoreanos tienen una vida de clausura cuando están en los Juegos Olímpicos: “No se nos permite ver lugares de interés”, dijo Wang Ok Gyong, un nadador norcoreano, al reportero estadounidense John Canzano en los Juegos de Verano 2008 en Beijing, en declaraciones recogidas por Washington Post. “No podemos mezclarnos con los demás”.

Desde que Kim Jong-un asumió el poder, a finales de 2011, Corea del Norte ha asignado más dinero para instalaciones deportivas, por ejemplo, abrió la Escuela Internacional de Fútbol de Pyongyang en 2013 para entrenar a jugadores de fútbol. En particular, ha habido un impulso significativo hacia los deportes de invierno en los últimos años, con la apertura de una serie de estaciones de esquí.

Las tensiones en Pyeongchang

Ninguno de los 22 atletas que representarán a Corea del Norte en Pyeongchang -con una edad promedio de 22,9 años- ha participado en un evento olímpico, aunque ocho de ellos sí han estado en certámenes en el extranjero. En comparación, Chile lleva un equipo de siete deportistas cuya edad promedia los 26,4 años. Todos han competido fuera y cinco de ellos han participado en citas pasadas de los Juegos de Invierno.

Pero la juventud e inexperiencia de los deportistas norcoreanos podría pasar a segundo plano, en vista de las crecientes tensiones de Pyongyang con Washington.

El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, estará presente en la cita y dijo que la Casa Blanca anunciará nuevas sanciones contra Corea del Norte. Así, busca presionar al régimen de Kim para que abandone su programa nuclear, que el año pasado desarrolló, por primera vez, un misil balístico intercontinental capaz de alcanzar territorio estadounidense.

No sólo eso: Pence irá acompañado de Fred Wambier, padre de Otto, un joven estadounidense que murió en Corea del Norte el año pasado tras pasar 22 meses en prisión.

Por su parte, el régimen de Kim ha anunciado que no habrá acercamiento alguno con la Casa Blanca. En representación de Pyongyang, asistirá la hermana del líder supremo del país, Kim Yo-jong, vicedirectora del Comité Central del Partido de los Trabajadores norcoreanos, además del presidente de la Asamblea Suprema del Pueblo, Kim Yong-nam.

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