Atribuyéndose el triunfo del referendo para abandonar la Unión Europea (UE), ayer el líder del Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, anunció su renuncia al cargo. “Nunca he sido y nunca he querido ser un político de carrera. Mi objetivo al estar en la política era sacar a Reino Unido de la Unión Europea”, sostuvo.
“Creo que es correcto que ahora me aparte del cargo de líder del UKIP (...) Durante la campaña del referendo, dije: ‘quiero recuperar mi país’. Ahora lo que estoy diciendo es: ‘quiero recuperar mi vida’ y comienzo ahora mismo”, agregó.
Así, el euroescéptico aseguró que, tras la consulta del 23 de junio, alcanzó su ambición política. “Entré en esta lucha desde el mundo empresarial porque quería que fuéramos una nación que se gobernara sola, y no quería ser un político de carrera” dijo, luego de anunciar que continuará apoyando a su organización, “vigilando a Bruselas como un halcón y tal vez haciendo un comentario en el Parlamento Europeo de vez en cuando”, durante las negociaciones sobre la salida británica.
Farage –quien ya había renunciado a sus funciones en 2015 tras no alcanzar un escaño en las elecciones pero que luego se retractó–, reiteró la idea de que el nuevo primer ministro debe ser alguien que haya estado a favor del Brexit, aunque no quiso adelantar su apoyo a ninguno de los cinco candidatos.
Farage, de 52 años, ha sido miembro de UKIP desde su fundación en 1993 y llegó al Parlamento Europeo por primera vez en 1999.