Perú irá este domingo a las urnas para decidir en un referendo sobre cuatro reformas constitucionales que fueron propuestas por el presidente Martín Vizcarra para “afianzar la democracia en el país, (…) hacer frente a la crisis en el sector judicial y político generada por los casos de corrupción, y recuperar el prestigio e imagen de las instituciones”.
“Siempre se ha dicho que las crisis reflejan las falencias y debilidades del sistema pero, al mismo tiempo, representan una oportunidad de cambio”, dijo el jefe de Estado.
La consulta fue convocada el 28 de julio y plantea implementar cambios en el Consejo Nacional de la Magistratura –órgano que elige, ratifica y destituye a jueces y fiscales, y que ha estado expuesta recientemente a hechos de corrupción-, la prohibición de financiamiento no declarado a los partidos políticos, descarta la reelección inmediata de los legisladores y propone la bicameralidad en el Congreso.
Según una encuesta de Pulso Perú, un 80% de los ciudadanos está interesado en el tema y un 77% dice estar informado. Sin embargo, el 53% aún no ha decidido qué responder.
El resultado debería trazar la ruta a seguir por el Ejecutivo que, según expertos, deberá centrar sus esfuerzos en dar respuestas concretas a una población decepcionada principalmente por la corrupción, pero también por falta de programas sociales, la inseguridad y la reconstrucción del país.
A cambio de popularidad
Para el analista político peruano Fernando Rospigliosi, “el sistema político peruano empeorará” después del referendo que, a su juicio, ha sido utilizado por el jefe de Estado para aumentar su popularidad.
Hasta ahora, parece dar resultados. De acuerdo al sondeo de El Comercio-Ipsos, del 17 de noviembre, la aprobación subió cuatro puntos, desde un 61% a 65%, su punto más alto en ocho meses de gobierno.
Esta es la primera vez que ocurre algo similar, considerando los últimos cinco presidentes. A esta altura de la gestión Alejandro Toledo registraba 25%; Alan García, 50%; Ollanta Humala, 53%; y Pedro Pablo Kuczynski, 32%.
Todos habían alcanzado la cifra más alta de aceptación –entre 63% y 65%– en el primero o segundo mes en el poder y, posteriormente, ninguno pudo repuntar o siquiera acercarse a esos números.
Entre los mejores
De esta manera, Vizcarra se ubica entre los mandatarios con mayor índice de aprobación, según un sondeo realizado a más de 300 líderes de opinión de la región por Ipsos Public Affairs.
El estudio, que se llevó a cabo en octubre, recoge la opinión de 362 periodistas y líderes de opinión de catorce países de Latinoamérica, quienes ubicaron en primer lugar al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, con un 75%; seguido por su par de Chile, Sebastián Piñera, con un 64% de aprobación.
Vizcarra alcanza su peak en un contexto particular: Keiko Fujimori, la principal líder de oposición, se encuentra en prisión preventiva por un caso de lavado de activos y su partido, Fuerza Popular, entró en fase de reestructuración por pugnas internas.
A ello se suma el caso de Alan García, quien hace unos días ingresó a la lista de exmandatarios peruanos vinculados directamente con el escándalo de Odebrecht, lo que lo llevó a pedir asilo en Uruguay para escapar de lo que afirma es persecución política desde Lima.
Y, en medio de ello, está la postura del actual ocupante del Palacio de Miraflores, quien se ha mostrado firme en la lucha contra los hechos irregulares. Para el analista político Pedro Tenorio, el presidente ha tenido un claro acierto: “Ha sabido leer la coyuntura, ante las crisis y escándalos de los últimos meses y ha sintonizado con la población”.
¿Qué se vota?
Tras una serie de escándalos políticos y judiciales, Vizcarra propuso reformas que establezcan las bases legales para evitar que los casos vuelvan a producirse.
La primera surge del escándalo de la divulgación de audios en los que jueces y funcionarios del sistema de justicia negociaban los casos y sentencias. Por ello, se establece la necesidad de reformar el otrora Consejo Nacional de la Magistratura y formar una nueva junta seleccionada por una comisión especial.
También se plantea la eliminación de la reelección inmediata de los representantes del Congreso. Es decir, quien ocupa hoy un escaño tendrá que esperar un período legislativo para volver a postular. Esto promovería la participación de una nueva clase política.
En la búsqueda por ofrecer una mayor transparencia sobre los recursos que reciben los partidos políticos, se pide la reforma para la fiscalización de los mismos. En este sentido, se busca que las organizaciones rindan cuenta respecto a sus ingresos y gastos, y se prohíbe recibir fondos de personas e instituciones anónimas.
Por último, y como punto más polémico, se busca un Congreso conformado por dos cámaras. Sin embargo, luego Vizcarra pidió rechazar esta opción por considerar que la propuesta fue “desnaturalizada” cuando fue revisada por el Legislativo.
Los temas en consulta
los peruanos deberán responder las siguientes preguntas:
- ¿Aprueba la reforma constitucional sobre la conformación y funciones de la Junta Nacional de Justicia, antes Consejo Nacional de la Magistratura?
- ¿Aprueba la reforma constitucional que regula el financiamiento de organizaciones políticas?
- ¿Aprueba la reforma constitucional que prohíbe la reelección inmediata de los parlamentarios?
- ¿Aprueba la reforma constitucional que establece la bicameralidad en el Congreso de la República?
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