Por Constanza Morales H.
Tal como se esperaba y luego de diez meses de mantener la tasa de interés sin cambios, el Banco Central Europeo (BCE) decidió recortarla y adelantó que en los próximos meses podrían llegar nuevas acciones para apoyar a la golpeada economía de la zona euro.
Debido a los magros datos económicos del último mes –el desempleo llegó a un nuevo máximo en abril y la inflación registró su mayor caída mensual en más de un año hasta 1,2%–, el BCE redujo la principal tasa de interés en 25 puntos base para dejarla en un nuevo mínimo histórico de 0,5%.
En conferencia de prensa luego de la reunión de dos días en Bratislava, el presidente del organismo Mario Draghi indicó que algunos miembros del consejo gobernador habían recomendado una rebaja de 50 puntos base.
“Hubo un consenso predominante muy, muy fuerte hacia un recorte en la tasa de interés”, afirmó Draghi. “Dentro de eso, hubo un consenso predominante por una rebaja de sólo 25 puntos base”, agregó.
Además, el organismo redujo el llamado corredor de tasas alrededor de la tasa principal dejando la tasa de depósito en cero y bajando la tasa de préstamo marginal en 50 puntos base hasta 1%.
Mínimo efecto
Los expertos concuerdan en que el recorte en la tasa de interés tendrá un impacto muy leve en la economía europea.
Para Peter Vanden Houte, economista jefe para la zona euro de ING, los más beneficiados serán los bancos en los países de la periferia. Sin embargo, el efecto será muy limitado desde el punto de vista corporativo, “porque las tasas ya eran extremadamente bajas y que sean un poco menores no cambiará el panorama”, explicó el experto a DF. “En términos generales, el recorte no es malo, pero el impacto en la economía real no será grande”, manifestó.
Jennifer McKeown, economista para Europa de Capital Economics, también cree que el efecto será moderado. La rebaja “debería ayudar a algunos de los bancos más complicados que dependen del financiamiento del BCE, pero a los bancos que pueden prestarse entre sí en los mercados interbancarios no les ayudará en nada, porque ya pueden pedir prestado a tasas cercanas a cero”, comentó a DF.
Según Marco Valli, economista jefe para la zona euro de UniCredit, el impacto del anuncio fue mínimo, “porque los mercados ya habían asumido que el BCE iba a recortar las tasas”.
Tasa negativa
El BCE se mostró dispuesto a dar el paso sin precedentes de llevar la tasa de depósito a terreno negativo, es decir, cobrarle a los bancos por mantener su exceso de efectivo en el BCE. Además, no se descarta una nueva reducción en la principal tasa de interés.
“Revisaremos todos los datos entrantes y estaremos listos para actuar si es necesario”, manifestó Draghi. Al preguntarle si más acciones podían incluir llevar la tasa de depósito a terreno negativo, la autoridad expresó: “miraremos esto con una mente abierta”.
Tal movida podría estimular a los bancos a prestar dinero en vez de mantenerlo en las bóvedas del BCE. Sin embargo, esta acción tendría un gran impacto en las propias operaciones de las instituciones bancarias y fuertes implicancias para los mercados de financiamiento y de bonos.
Draghi afirmó que el BCE podría lidiar con estos efectos, lo que reveló un giro respecto de sus anteriores declaraciones.
“Hay diversas consecuencias no intencionadas que podrían surgir de esta medida”, comentó al referirse a una tasa negativa. Pero “abordaremos y manejaremos estas consecuencias si es que decidimos actuar”, añadió.
El economista jefe para la zona euro de Credit Suisse no está convencido de la utilidad de una tasa de depósito negativa. “Si el financiamiento de las personas y las pequeñas y medianas empresas es el problema, una tasa negativa no es una buena idea, porque podría apretar aún más las condiciones de crédito”, manifestó.
Con todo, la discusión sobre una posible tasa negativa provocó que el euro cayera por primera vez en cinco días frente al dólar. La moneda única bajó frente a casi todos sus 16 pares más transados excepto uno.
Actividad sigue contrayéndose
En tanto, ayer se dio a conocer el índice de gerentes de compra (PMI, su sigla en inglés) de la zona euro de abril, que reveló que la producción manufacturera se contrajo por vigésima primera vez consecutiva.
La medición industrial cayó a 46,7 puntos el mes pasado desde 46,8 puntos en marzo, informó Markit Economics. Si bien la lectura final se ubicó por sobre de los 46,5 puntos de la lectura preliminar, todavía está muy por debajo de los 50 puntos que marcan la diferencia entre contracción y expansión.
El BCE y la "trampa de liquidez"
Diversos analistas en el pasado han criticado las medidas implementadas por los bancos centrales para inyectarle liquidez. Estos cuestionamientos se fundamentan en la denominada "trampa de liquidez", en la que los bancos piden dinero prestado a muy bajas tasas y en vez de otorgar créditos vuelven a depositar ese dinero en el banco central.
Marco Valli, economista jefe para la zona euro de UniCredit, cree que esto ya está ocurriendo en el bloque monetario debido a la aversión al riesgo. "Los bancos necesitan ver que la economía se está estabilizando" para poder entregar créditos, explicó el experto a DF.
Jennifer McKeown, economista para Europa de Capital Economics, concuerda con esta visión. "Aunque el BCE ha prestado muchísimo dinero a los bancos, ciertamente no hemos visto un repunte en el crédito, por lo que no parece que ese dinero esté yendo hacia donde debería", afirmó.
Para Peter Vanden Houte, economista jefe para la zona euro de Credit Suisse, el problema radica en que los bancos todavía están muy débiles como para facilitar el crédito.