Por Jeanny Yu
Muchos bancos comerciales urbanos en el territorio continental están en “peligro de quiebra” a medida que se convierten en las mayores víctimas de un creciente problema de deuda de gobierno local, con las autoridades locales luchando para pagar deudas estimadas en un total de 20 billones de yuanes (millones de millones)
(US$ 3 billones), dijo la economista jefe de Haitong International Securities Hu Yifan.
La experta señaló durante una rueda de prensa que estos bancos, controlados por los gobiernos, eran “la parte más peligrosa” del sistema bancario chino porque estaban en mayor riesgo frente un default de deuda del gobierno local. Había 144 de estos bancos en el territorio continental el año pasado.
“Esos bancos usualmente tienen un alto incentivo para dar crédito al mercado inmobiliario”, reconoció Hu. “A nivel de gestión, no son tan buenos como los ‘Cinco Grandes’. En los próximos dos a tres años, las fusiones y adquisiciones de estos bancos será una gran tendencia”, agregó.
La deuda del gobierno local, adquirida de los bancos y utilizada en gran parte en los proyectos de infraestructura de poco margen, representa hasta el 40% del Producto Interno Bruto de China continental, calcula Hu.
Esto es más de lo que estima el Fondo Monetario Internacional, de cerca de un 26%, pero más bajo que el nivel “menos de 60%”, sobre el cual una nación se estima como financieramente poco saludable.
“China ahora tiene cerca de 50 ciudades construyendo líneas de ferrocarril y hay 18 aeropuertos en obra”, afirmó Hu, agregando que era “muy poco probable” que el dinero que se pidió prestado para construirlos “haya sido recaudado”.
Para ayudar al desapalancamiento de los gobiernos locales, el regulador bancario podría permitir a las firmas de administración de activos comprar participaciones en los bancos urbanos comerciales, dijo la economista.
Mientras tanto, un impuesto a la propiedad sería una “bala de oro” para ayudar al proceso de desapalancamiento, agregó Hu.
El gobierno central podría permitir a los gobiernos de las ciudades de Guangzhou, Shenzhen y Hangzhou introducir una prueba de los impuestos a la propiedad a principios de 2014.