Por Teddy Ng
Beijing cuestionó a EEUU por vender armas a Taiwán, exigiendo que la administración Obama se retractara de su decisión, diciendo que debe asumir exclusivamente la responsabilidad de dañar los lazos chino-estadounidenses.
Pero las duras palabras de tres funcionarios del gobierno resonaron como simple retórica, pues los oficiales no pudieron dar detalles concretos de qué acciones podrían aplicar contra EEUU. Analistas dijeron que esto es una señal de que el gobierno es muy cauto y no dejará que la controversia opaque una futura visita a EEUU del vicepresidente Xi Jinping, el líder de recambio para el próximo año.
“China no dejará que el conflicto tenga ningún impacto en el futuro liderazgo”, dijo Ni Lexiong, un analista militar de Shangai.
El portavoz del Ministerio de Defensa, el coronel Geng Yansheng, dijo que la venta de armas “crearía obstáculos serios para el desarrollo de los intercambios comunes entre nuestras dos milicias”. “La realidad ha probado que EEUU debe asumir toda la responsabilidad de dañar las relaciones militar chino-estadounidenses”.
El subjefe del ministerio de Asuntos Exteriores, el contraalmirante Guan Youfei, le pidió al agregado militar de Washington en Beijing que presentara una “fuerte protesta”.
El viceministro del Exterior, Zhang Zhijun, hizo algo similar con el embajador estadounidense, Gary Locke.
El embajador chino en EEUU, Zhang Yesui, también presentó una queja, dijo el Ministerio de Asuntos Exteriores. El vocero del ministerio, Hong Lei, dijo que la decisión había “infringido la seguridad nacional de China y la gran misión de unificación nacional” y llamó a EEUU a cortar sus lazos militares con Taiwán.
“La decisión de EEUU afectará inevitablemente los lazos chino-estadounidenses, y EEUU es el único responsable del daño hecho a la milicia china-estadounidense y a la cooperación de seguridad”, añadió.
Cuando le preguntaron qué sanciones impondría contra las firmas estadounidenses involucradas en la venta, Hong eludió la respuesta, pero dijo que esas compañías enfrentarían la oposición de las empresas y del pueblo chino.
La Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado también mencionó que la decisión de EEUU dañaría la estabilidad a lo largo del Estrecho de Taiwán.
La administración Obama notificó al congreso la semana pasada que ayudaría a Taiwán a mejorar sus actuales jets F-16 A/B, así como entregar un nuevo radar, sistemas de armas, entrenamiento a pilotos y partes de repuesto, con un costo cercano a US$ 5.850 millones.
Washington irritó a Beijing el año pasado, aprobando la venta de US$ 6.600 millones en armas a Taiwán, llevando a Beijing a suspender sus vínculos militares con EEUU e imponer sanciones a las empresas involucradas.
Pero analistas dijeron que no esperaban que China hiciera lo mismo por la necesidad de mantener lazos positivos.