La compra gubernamental de acciones en
bancos privados de EE.UU. es una "medida temporal necesaria" para
garantizar la liquidez del sistema, dijo hoy el presidente George W.
Bush, quien señaló que el Ejecutivo será un "inversionista pasivo".
Al término de una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, Bush
aseguró que las acciones que el Gobierno adquiera, con su programa
de US$250.000 millones, "serán vendidas de vuelta a los
bancos" una vez que pase la emergencia.
"Estos bancos seguirán estando bajo control del sector privado",
dijo el presidente.
"Las medidas para fortalecer la liquidez están estructuradas de
manera que el Gobierno será solamente un inversionista pasivo",
agregó.
"Éstas son medidas extraordinarias pero necesarias. Estoy seguro
de que la economía se recuperará", sostuvo Bush.
"Los estadounidenses deben entender que éste es un plan
estructurado y que si no hubiésemos actuado de manera decisiva para
resolver la crisis del crédito, la incapacidad (de los bancos) para
dar préstamos hubiese afectado a todos los trabajadores, a los
pequeños empresarios", anotó el mandatario.
El gobierno de EE.UU. confirmó ayer que destinará US$250.000
millones a la adquisición de acciones en bancos privados
para fortalecer la confianza del público en el sistema financiero.
Fuentes del sector financiero indicaron que el Gobierno invertirá
unos US$125.000 millones en nueve de las mayores
instituciones financieras del país, como parte de un esfuerzo de
US$250.000 millones para sustentar al sistema bancario.
Estas instituciones son J.P. Morgan Chase, Bank of America,
Citigroup, Wells Fargo, Bank of New York Mellon, Morgan Stanley,
Merrill Lynch, State Street y Goldman Sachs.