Alrededor de cien entidades bancarias que recibieron ayudas del Gobierno
estadounidense durante la crisis financiera corren el peligro de entrar
en situación de quiebra, según un estudio elaborado y difundido hoy por el Wall Street Journal.
A partir de un análisis de los
resultados financieros relativos al tercer trimestre de los bancos que
recibieron fondos del plan de rescate -conocido como Programa de Alivio
de Activos Depreciados o TARP en inglés-, el diario afirma que un total
de 98 entidades se encuentran en condiciones "delicadas" y la
continuidad de sus negocios "peligra".
Esos bancos reflejan
"erosión de sus niveles de capital, un cúmulo de préstamos de alto
riesgo y advertencias de las entidades reguladoras", según el diario,
que afirma que esas instituciones recibieron un total de US$ 4.200 millones del programa de ayuda aprobado en 2008 durante el mandato del
presidente George W. Bush.
Ese plan fue avalado por el
Congreso de Estados Unidos para inyectar capital a las entidades
financieras cuya solvencia estaba en peligro por su elevada acumulación
de activos "tóxicos", como las hipotecas de alto riesgo.
La
mayor parte del casi centenar de entidades que se encuentran en peligro
de entrar en situación de quiebra son de tamaño reducido y están
"plagadas de préstamos caprichosos de los que puede que no se
recuperen", según el diario.
La media de inyecciones que esas
entidades recibieron del Gobierno estadounidense fue de US$ 10 millones cada una, mientras que su promedio de activos hacia septiembre
de este año era de US$ 439 millones cada una, detalla el rotativo.
Todas ellas acumulan problemas como un ratio de recursos propios de
calidad ("Tier 1") inferior al 6% que se considera mínimo para un banco
"bien capitalizado", más del 10% de sus créditos son "préstamos no
productivos" (que acumulan varios meses de impagos) o las autoridades
les han reclamado que aumenten su capital.
El estudio afirma
que a pesar de que el plan de rescate estaba dirigido a bancos con buena
salud financiera, "el alcance de los problemas que tienen hoy en día
estas instituciones sugiere que un buen número de ellas se encontraban
en un estado lamentable desde el principio".
Ese mismo diario
realizó un estudio similar en el segundo trimestre de este año en el que
detectó a 86 entidades en situación "delicada", aunque hasta ahora sólo
han sido siete los bancos que han entrado en bancarrota desde que se
implementó el plan de ayuda hace dos años.
A mediados de este
mes el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner,
defendió el éxito del programa de rescate financiero y afirmó que "se
situará como uno de los programas de respuesta a una crisis más
efectivos jamás puesto en marcha".