Es posible que Beijing flexibilice su política monetaria antes de fin de año. La estabilización de la inflación y una posible crisis crediticia permite al gobierno un cambio de política, según los analistas.
Aunque la mayoría de los expertos piensa que la reciente ola de bancarrotas de empresas en Wenzhou no es señal de un riesgo crediticio sistémico, el jefe de investigaciones de Standard Chartered Bank, Nicholas Kwan, cree que Beijing debe adoptar un enfoque más equilibrado si planea lanzar más paquetes de estímulo.
“El plan de estímulo de China por 4 billones de yuanes (US$ 6 mil millones) en 2008 se enfocó demasiado en las empresas estatales”, afirmó Kwan. “No ayudó a las empresas privadas, que quedaron al margen”.
“Esperamos que el gobierno, a nivel local y central, enfrente con decisión los riesgos”, dijo el economista Ting Lu del Bank of America Merrill Lynch. Kelvin Lau, economista para Asia de Standard Chartered, espera que Beijing pronto reduzca las exigencias para los ratios de reservas de los bancos, actualmente en un récord de 21,5%. “La inflación china tuvo su máximo en julio, en diciembre debería bajar a entre 4,5% y 5%”, dijo Lau. “Eso debería darle espacio a los reguladores para flexibilizar” la política monetaria.
La crisis de deuda de la eurozona podría empeorar rápidamente, pero según Kwan la mayoría de los analistas cree que Asia - especialmente China- podrá afrontar el impacto, gracias a sus reservas.
“Aunque la deuda pública y el déficit fiscal chino casi se han duplicado en los últimos tres años, su deuda pública representa apenas 47,5% del PIB, en comparación al 60% para toda Asia, 85% en Europa y 200% para Japón”. Sin embargo, Kwan cree que China no podrá liderar la salida del mundo de la recesión como ocurrió en 2008, ya que la situación ahora es peor.