Las tensiones en tesorería han obligado al Barça a pedir un
crédito para poder pagar las nóminas de este mes a los futbolistas, según reveló
el presidente del club, Sandro Rosell, quien aseguró que pese a ello el club
"no está en quiebra".
En unas declaraciones a RAC-1, Rosell explicó que el club
"no está en quiebra", porque "genera ingresos y dispone de
recursos adicionales para retornar los créditos", pero se encuentra
"en un momento importante de tensión en tesorería".
Por ello, anunció que el club se acogerá al crédito
sindicato, por US$ 189 millones, que había solicitado la anterior junta
directiva, aunque variará las condiciones, entre ellas el aumento del 15% de
los abonos de los socios durante los próximos cinco años, que no se llevará a
cabo.
Para aliviar la complicada situación, el presidente del entidad
deportiva explicó que la venta de Dmitro Chygrynskiy al Shakhtar Donetsk, que
podría cerrarse en las próximas horas por unos US$ 19 millones, supondrá cierto
respiro para el club.