El presidente del BCE ha marcado distancias respecto al repliegue en las políticas monetarias de la Fed, y reitera que en Europa están listos para actuar si fuera necesario.
"El BCE ha sido muy activo a la hora de dar respuesta a la crisis", y "seguimos estando listos para actuar de nuevo si fuera necesario".
Este mensaje de Mario Draghi, lanzado en el Parlamento francés, se produce justo en el día en el que se ha confirmado la entrada en recesión de Francia. Pero la trascendencia del mensaje va mucho más allá de la economía francesa.
Llega una semana después de que la Reserva Federal refrendara el inminente giro en su política monetaria. En los próximos meses comenzará a frenar su millonario programa de compra de deuda, una decisión que ha desatado un severo ajuste, bajista, en los mercados.
Draghi resaltó en este sentido que el programa de compra de deuda propuesto por el BCE ha alcanzado todos los resultados esperados sin gastar un solo euro.
El pasado mes de julio su lanzamiento frenó la oleada de récords negativos de la deuda periférica y evitó posibles 'rescates' adicionales. Casi un año después, Draghi reitera que están listos para activar este programa, siempre y cuando, ha añadido, sea necesario y se cumplan los requisitos establecidos para beneficiarse de estas medidas. Otro factor "esencial" en la estabilización de los mercados será la unión bancaria.
El presidente del BCE ha resaltado el escaso margen de maniobra con el que cuenta la entidad para reforzar el crecimiento. Sus logros se centran en la estabilización de los mercados y en las ayudas a la economía. Pero "la política monetaria no puede crear crecimiento económico real", de ahí que "ahora gobiernos y parlamentos necesitan hacer todo lo posible para elevar el potencial de crecimiento".