“La cuarta Revolución Industrial no marca una época de cambios, sino un cambio de época”
Chile ha priorizado, en su año como anfitrión de APEC, el impacto que tendrá la tecnología en el comercio internacional de bienes y servicios.
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Chile definió cuatro prioridades para su año como anfitrión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC): Sociedad Digital; Mujer, PYME y Crecimiento Inclusivo; Crecimiento Sustentable; e Integración 4.0.
Este último eje hace referencia al impacto que tendrá la cuarta Revolución Industrial en el comercio de bienes y servicios. “Desde la adopción de los contenedores en los ‘70 no se veía una revolución similar, y hemos de esperar que el cambio sea radical y afecte todas las áreas”, aseguró a DF el Coodinador de la Prioridad Integración 4.0, Alfie Ulloa.
Así como el uso de contenedores provocó modificaciones en el diseño de los barcos, camiones y almacenes, y cambios en los seguros y pagos, la tecnología será disruptiva en los mecanismos de producción, venta y distribución en el comercio internacional. “Si además se incluyera- aunque no lo hicimos- la impresión 3D, es probable que toda la teoría de las ventajas comparativas que ha sustentado el comercio internacional en los últimos siglos deba ser revisada”.
Chile decidió dar importancia a esta temática porque “la cuarta Revolución Industrial no marca una época de cambios, sino un cambio de época”, destacó el funcionario, quien se desempeña como secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Productividad (CNP) y fue Coordinador de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda.
Cambio disruptivo
“Uno debe extrapolar lo que vemos con la irrupción de las plataformas, por ejemplo con Uber o Airbnb, los medios de pago electrónicos, los nano-seguros, la logística descentralizada, la des-intermediación de las operaciones, la personalización del servicio y el producto, la gestión basada en softwares y algoritmos, Internet de las cosas en los puertos, el blockchain en los documentos, etc.”.
La pregunta es cómo responderán a este desafío el gobierno y los exportadores de un país como el nuestro, con enfoque de apertura comercial. “Nos pareció que tanto el foro resultaba ideal para discutirlo, como el momento oportuno”, planteó.
La integración 4.0 tendrá un beneficio directo en las empresas de menor tamaño, para quienes exportar e importar tiene altos costos operativos. “Si logramos digitalizar el proceso se beneficiarán todas las empresas, pero el impacto positivo será mayor para aquellas que luchan a diario por ser y mantenerse competitivas. En estos aspectos estamos trabajando coordinados con las prioridades de Sociedad Digital y Mujeres y PYME, para remarcar la intersección de estos temas y la importancia de tratarlos de manera que beneficien mayormente a estos grupos”, recalcó.
El desarrollo de esta prioridad ha demandado un trabajo conjunto de la Direcon, el Servicio Nacional de Aduanas, el Departamento de Extranjería y Migración, la Policía de Investigaciones y el Ministerio de Hacienda, entre otras instituciones.
Las metas que se han planteado, explicó Ulloa, apuntan a que el Estado y sus agencias acompañen a las empresas en su proceso de transformación digital para hacerse mas eficientes. Es decir, “a facilitar el comercio y a aprovechar la tecnología para reducir las fricciones en el movimiento de bienes, servicios y conocimiento, en especial aquellas fricciones que son generadas por la propia acción del Estado”.