El Instituto Nacional de Estadística (INE) de España confirmó que esa economía se contrajo un 0,5% en el primer trimestre del año (frente al retroceso del 0,8% de finales de 2012) y acumula así siete seguidos en negativo.
El consumo y la inversión frenan levemente su caída, aunque las exportaciones muestran mayor deterioro.
En comparación al periodo enero-marzo del año pasado, el retroceso del producto interno bruto (PIB) fue del 2%, tal y como ya había adelantado el organismo estadístico.
Esta contracción interanual es una décima más profunda que la registrada en el trimestre anterior.
La demanda nacional resto 4,9 puntos porcentuales al PIB (dos décimas más que en el último trimestre de 2012), mientras que el sector exterior aportó 2,9 puntos porcentuales (una décima más que a finales del año pasado).
El desplome del consumo se ralentiza en los hogares en comparación intertrimestral (pasa del -1,9% al 0,4), aunque se acentúa en términos interanuales (pasa de un 2% a un 3,9%). Por su parte, en la Administración Pública agrava su retroceso (dos décimas mayor, hasta el 4,3% interanual, del 1,2% al 0,3% intertrimestral).
Mientras, la inversión suaviza ligeramente su deterioro (pasa del 10,3% al 9% en tasa interanual y del 3,9% al 1,1% intertrimestral).
Es muy llamativo que las exportaciones, gran esperanza para la salida de la crisis, siguieron en terreno negativo por segundo trimestre consecutivo y agravaron su deterioro (pasaron de caer un 0,9% a hacerlo un 1,3% intertrimestral).
Si se echa la vista atrás, al mismo periodo de 2012, las ventas al exterior aumentaron un 4,5%, frente al 3,2% que se incrementaron entre octubre y diciembre. Para los analistas la fotografía de los datos intertrimestrales es más esclarecedora que la comparación respecto al año anterior, ya que muestra una imagen fija más actual.