Estados Unidos vuelve a estar en ascuas. El miércoles 15 a la medianoche se cumple la fecha límite para que el Congreso logre un acuerdo sobre las asignaciones del financiamiento del gobierno federal para el año fiscal 2014 y así evitar un shutdown como el que ocurrió en octubre. Sin embargo, y a pesar de que los legisladores lograron resolver sus diferencias el año pasado tras un mes y medio de negociaciones, otra vez surge el temor de que en esta oportunidad tampoco será tan fácil evitar un nuevo cierre, sobre todo por los temas delicados en los que aún tienen que limar diferencias, como el polémico Obamacare.
Anticipándose al eventual escenario de no llegar un acuerdo para pasado mañana, la Cámara decidió presentar el viernes una propuesta de urgencia para financiar las operaciones del gobierno federal después del miércoles, dando financiamiento a los niveles actuales por tres días, hasta el viernes 18. La medida, presentada por el presidente del Comité de Asignaciones de la Cámara, Hal Rogers, se iba a discutir el fin de semana y debería votarse hoy.
La propuesta de extensión de tres días será considerada bajo un procedimiento de vía rápida que necesitaría dos tercios para su aprobación, comentó el líder de la mayoría de la Cámara, Eric Cantor, citado por Bloomberg. El nivel de gasto de US$ 1 billón (millón de millones) para el año fiscal al 30 de septiembre fue acordado por los legisladores en diciembre como parte de un acuerdo presupuestario de dos años.
Rogers señaló que diez de las 12 secciones del plan de gasto están “razonablemente” completas aunque algunos asuntos continúan pendientes, que incluyen temas de política y niveles de gasto de cada una de las agencias.
Complicación de los republicanos
Las negociaciones sobre un acuerdo de gastos a largo plazo son complicadas en parte, porque requeriría que los republicanos, que controlan la Cámara, voten para financiar asuntos que ellos ya votaron para derogar como las regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental a las que se opone la industria del carbón y la implementación de la reforma a la salud, conocida como Obamacare.
El senador demócrata Tom Harkin, quien preside los subcomités de asignaciones de trabajo y salud en el Senado, espera que las diferencias se resuelvan pronto. “Creo que estamos cerca”, comentó a los periodistas la semana pasada.
Los legisladores también deben acordar sobre recortes de gasto militar que podría afectar a contratistas de Defensa.
El republicano Tom Cole, presidente del subcomité legislativo del Comité de Asignaciones de la Cámara, cree que habría objeciones al paquete “de todo el espectro” de legisladores, que quieren más recortes de gastos y otros que quieren menos reducciones. Aún así, Cole estimó que el acuerdo se aprobará en la Cámara con una mayoría de Republicanos y Demócratas.