Fue en diciembre de 2023, cuando un grupo de expertos en temas de vivienda y urbanismo comenzó a trabajar en propuestas que pudieran ser parte de un eventual programa de Gobierno, en caso de que Evelyn Matthei decidiera lanzarse a la aventura presidencial.
Casi dos años después, a principios de septiembre, la candidata de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos lanzó una idea que forma parte de un conjunto de medidas que emanaron del trabajo de ese grupo: “Pie Cero”.
“En Chile existen aproximadamente 460 mil personas menores de 40 años que sueñan con poder acceder a una vivienda propia”, dijo Matthei cuando dio a conocer la iniciativa y añadió que “generalmente, el principal problema es que juntar el pie es un sueño casi inalcanzable”.
En conversación con DF, el ingeniero Guillermo Rolando, quien junto a los arquitectos Ricardo Abuabuad, Pablo Allard y otros expertos forman parte del equipo que ve temas de ciudad y vivienda en el comando, explicó cómo funcionaría el mecanismo a través del cual el Estado pone el pie, a quiénes está dirigido y los resultados que esperan alcanzar en caso de que la propuesta se materialice con Matthei en La Moneda.
A quiénes está orientado
La propuesta establece un subsidio a familias jóvenes de entre 25 y 40 años, de clase media y con trabajo formal, con el objetivo de que puedan acceder a la primera vivienda -cuyo valor sea de hasta UF 4.500- sin la necesidad de ahorrar para el pie que exige la banca en un crédito hipotecario.
Rolando, quien fue subsecretario de Vivienda en Piñera II, aseguró que pueden ser inmuebles ubicados en la ciudad, el campo, ciudades intermedias, departamentos o casas. “Queremos que sea un programa que llegue a todo Chile”, afirmó.
El plan está inspirado en ayudar a familias de clase media a acceder a la compra de una propiedad, en un contexto en que, además, el tramo entre UF 2.200 y UF 4.500 es justamente el que está más afectado, tanto en la oferta como en la demanda.
A juicio del experto, eso se da “por la diferencia en cómo crecen los sueldos en Chile con respecto a los precios de la vivienda, sumado a que estamos con tasas de crédito que duplican las que se exhibían hace seis años”.
Agregó que la propuesta permite “sacar lo mejor de las políticas habitacionales de las últimas décadas, teniendo como eje central a la clase media”, segmento para el cual se está haciendo cada vez más difícil acceder al pie en un crédito hipotecario, que generalmente asciende al 20% del valor de la propiedad.
En ese contexto, añadió que muchas familias jóvenes están arrendando, “entonces, además ahorrar para el pie es muy complejo”.
El experto que forma parte del equipo que diseñó la medida manifestó que “lo más probable es que se pida una preaprobación bancaria para que se tenga la certeza de que sí podrían realmente comprar la vivienda”.
Agregó que los beneficiarios de la idea podrán ser personas solas, con pareja o hijos. “Probablemente, en el reglamento tengamos que ir priorizando a personas con hijos o responsabilidades de cuidado. Además, hay que terminar de afinarlo, pero podría ser que se requiera un ahorro mínimo para postular, pero una cosa muy pequeña, donde se muestre un micro esfuerzo inicial”, dijo.
Otro de los detalles que se están afinando es que “será para gran parte de la población, pero no para el 100%”, sino más bien, para el 90% de menores ingresos.
Pago directo a la banca
Respecto de cómo funcionaría “Pie cero”, Rolando manifestó que la idea es que las personas ‘vitrineen’, busquen las mejores alternativas de viviendas y condiciones de crédito. Desde el Estado, una vez que estén los acuerdos entre el beneficiario y el banco y la promesa de compraventa, se realizará el pago que cubra 100% del pie directo hacia la banca.
“Queremos que sea muy simple, sin burocracia, donde ni siquiera se tengan que traer los planos de la casa”, dijo.
Con la intención de fomentar competencia en el mercado, apuntó a que la idea es que “participen todas las entidades financieras y crediticias”.
50 mil beneficios
Sobre el alcance de la medida, Rolando estimó que se espera que sean entre 10.000 a 12.000 soluciones por año, “donde lo más probable es que se pida una preaprobación bancaria para que se tenga la certeza de que sí podrían realmente comprar la vivienda”.
Así, en el caso de que Matthei llegara al Gobierno, al final del período presidencial, “Pie cero” se traduciría en 50.000 viviendas financiadas. La iniciativa tiene un costo fiscal de US$ 300 millones anuales.
La idea de Rolando y su equipo forma parte de varias medidas que, a su juicio, se necesitan para impulsar el desarrollo habitacional.
Junto con ser un alivio para las familias de clase media, también espera que dé mayor dinamismo al mercado inmobiliario, liquidando unidades que forman parte del stock de viviendas con entrega inmediata y contribuyendo -junto con un mayor crecimiento y capacidad de crear empleo- a recuperar volúmenes de construcción de proyectos habitacionales.
Rolando concluyó que, con una serie de medidas, en 24 a 28 meses, se deberían recuperar ciertos volúmenes en la capacidad de construcción en Chile.