La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) subrayó la necesidad de que los grandes bancos de Wall Street unan la recompensación que conceden a sus empleados a los riesgos que sus decisiones representan para las propias instituciones.
En un informe, el banco central destacó que aunque las entidades realizaron progresos en torno a este asunto, incistió en que deben hacer más. "La mayoría de las entidades tienen trabajo por hacer para aplicar estos acuerdos para un mayor número de empleados y de vincular más estrechamente estas reducciones a las acciones individuales de los empleados, en especial para los empleados por debajo del nivel ejecutivo", señaló el regulador.
La remuneración de los ejecutivos de las grandes entidades financieras estadounidenses feu uno de los principales caballos de batalla entre la Fed y los bancos. Los reguladores, junto a los principales críticos de los abusos cometidos por la industria financiera durante la crisis de entre 2007 y 2009 atacaron a estas prácticas bancarias.
Desde que el Estado tuvo que intervenir en el sector bancario estadounidense para evitar su colapso con la quiebra de Lehman Brothers, los reguladores estuvieron presionando a las entidades para que adopten medidas que fomenten la búsqueda de beneficios a largo plazo del banco y no que la búsqueda de ganancias a corto plazo para aumentar las gratificaciones.
Una de las opciones por las que apuesta el regulador bancario estadounidense es la de incluir el pago diferido a sus empleados, una posibilidad que permitiría reducir las bonificaciones y otras compensaciones en caso de que sus decisiones provocaran efectos negativos en el banco con el paso del tiempo.
En este sentido, la Fed destacó que muchos bancos avanzaron a la hora de involucrar a los departamentos de gestión de riesgos con el diseño de los paquetes de remuneraciones a sus ejecutivos, aunque hay otros que "no han hecho lo suficiente". El informe se centra en 25 grandes bancos como Goldman Sachs, JPMorgan Chase y Morgan Stanley.