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Carlos Slim: tiempo de sumar o restar para el magnate mexicano de la telefonía


Carlos Slim tiene una de las colecciones de Rodin más grandes

Por: | Publicado: Lunes 14 de julio de 2014 a las 05:00 hrs.
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Por John Paul Rathbone y Jude Webber



Carlos Slim tiene una de las colecciones de Rodin más grandes del mundo, casi 400 piezas, y el comentario insidioso en los círculos de arte mexicanos es que el magnate de las telecomunicaciones conoce el precio por kilo de cada una de ellas.

Su favorito es “El Pensador”. Slim ha reflexionado mucho últimamente sobre América Móvil, la compañía de telecomunicaciones que controla y que forma la base de su fortuna de US$ 78 mil millones. La segunda persona más rica del mundo ha estado sopesando el valor de sus negocios.

La razón para esa reflexión es que la semana pasada, después de meses de retraso, el gobierno mexicano finalmente aprobó una ley que busca abrir el mercado de telecomunicaciones, de US$ 30 mil millones anuales, a una mayor competencia, colocando a Slim en una encrucijada.

La ley estipula que, mientras América Móvil - la mayor telefónica de América, con casi 300 millones de suscriptores- controle más de la mitad del mercado mexicano de telecomunicaciones, tendrá que subsidiar a la competencia compartiendo su red gratis, entre otras medidas; y también se le prohibe el ingreso a la televisión pagada. Por meses varios se preguntaron qué haría Slim.

Slim fue catapultado al listado de megaricos con la compra por US$ 1.750 millones de Telmex, el anterior monopolio estatal y precursor de América Móvil. Más aún, México todavía representa cerca de 40% de las ventas anuales de América Móvil, por US$ 60 mil millones.

El martes en la noche, cuando el Congreso iba a aprobar la nueva ley, Slim hizo estallar una bomba: dividiría a América Móvil, vendiendo casi un 20% de sus activos domésticos a compradores sin identificar.

La decisión parecía poner fin a una era en que los oligarcas controlaban sectores de la economía y el inicio de una era más moderna y competitiva: el “Nuevo México” que el presidente reformista Enrique Peña Nieto quiere forjar. ¿Pero lo logró? Es demasiado pronto para decretar el fin del Viejo México.

“México sigue siendo el reino de Slim, su Roma”, dice un banquero con sede en México que lo conoce bien. “Seguirá invirtiendo ahí y protegiéndolo. Pero el mix de negocios que tiene en casa será diferente, más enfocado en el contenido”.

Nacido en México hace 74 años de inmigrantes libaneses, el Ingeniero es renombrado por ser un magnate de gustos modestos. Slim vive en la casa de Ciudad de México que compró hace 40 años, cena con sus seis hijos todos los domingos (no se volvió a casar tras la muerte de su esposa en 1999), maneja su propio auto y usa trajes de su tienda por departamentos.

Está delegando sus operaciones diarias en sus hijos y nueras, mientras él se enfoca en la estrategia general. Pero el magnate vigila los costos de cerca. Su estilo de negocios es similar: más cercano al modelo frugal de distribución de activos de Warren Buffett que al enfoque empresarial febril de Steve Jobs. Su ecléctico rango de negocios representa cerca de 40% del valor del mercado bursátil mexicano, e incluye además de las telecomunicaciones, minería, finanzas, propiedades, energía y equipos de fútbol.

Slim también posee activos mediáticos significativos, incluyendo una participación de más de 8% en The New York Times y una participación de 11% en Shazam, una aplicación de identificación de música.

Su enfoque en las telecomunicaciones comenzó con los teléfonos celulares de prepago. Se ha volcado a la alta gama, a medida que la caída en el precio de los smartphones y las tablets permite que incluso los usuarios de mercados emergentes consuman entretenimiento digital en cantidades cada vez mayores.

Como dijo Slim a FT hace 18 meses: “el contenido es muy importante. Queremos ofrecer a nuestros clientes cualquier cosa que quieran, cuándo lo quieran y a un precio que les guste”. La semana pasada América Móvil fue similarmente directa con su impulso estratégico hacia el “triple pack”: paquetes que ofrecen telefonía, banda ancha y TV de pago.

¿Cómo terminará esto? Peña Nieto puede afirmar que obligó a Slim a actuar para el ingreso de un nuevo actor al mercado de telecomunicaciones. Pero el profundo pensamiento de Slim ha producido, generalmente, una solución flexible. Hasta hace un par de semanas, el valor de mercado de América Móvil era cerca de US$ 15 mil millones menor que cuando asumió Peña Nieto en 2012. El día posterior al anuncio, las acciones subieron 10%, con lo que el grupo recuperó casi US$ 7 mil millones. Ya que la familia Slim posee 57% de la propiedad, eso se transformó en otro jugoso retorno para él.

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