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El obsesivo temor de Barack Obama a un colapso de la Unión Europea

A pesar de la gravedad de la amenaza, la influencia de Washington es limitada. Incluso si Europa pidiera ayuda, el dinero no estaría disponible.

Por: | Publicado: Jueves 1 de diciembre de 2011 a las 05:00 hrs.
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Por Richard McGregor en Washington



Para ser una reunión con un continente en crisis, la cumbre de esta semana entre Barack Obama y los líderes europeos fue bastante discreta, pero entre bambalinas, tanto en el gobierno como el equipo de campaña de Obama, hay un obsesivo temor por la turbulencia en la eurozona, su impacto en la economía de EEUU y sus posibilidades de reelección.

“Lo que más influye en la salud de la economía de Estados Unidos es lo que sucede en Europa”, afirma un alto funcionario.

Obama se reunió con Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo; José Manuel Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea. Posteriormente, Obama fue diplomático. William Kennard, su embajador ante la UE, fue más claro. “El presidente ha dejado en claro varias veces que quisiera ver acciones más rápidas y decisivas de los líderes europeos”.

El gobierno teme que la débil recuperación de EEUU y la aprobación de un nuevo plan de estímulo queden deshechos por la incapacidad de la eurozona para solucionar sus problemas de deuda.

Obama y los demócratas están empantanados en las negociaciones con los republicanos en su plan laboral. Si tienen éxito servirá de poco si al mismo tiempo se quiebra la eurozona.

“Si continúa la crisis de la eurozona y comienza a quebrarse habrá importantes consecuencias económicas y políticas”, afirmó Tony Fratto, ex asesor del Tesoro. Cualquier crisis en Europa afectaría a los bancos de EEUU y más ampliamente al sistema financiero, antes de golpear la economía real.

Aunque las exportaciones son una parte pequeña de la producción, EEUU necesita aumentar sus ventas en el exterior para desvincular su crecimiento del consumo interno y la vivienda, y una recesión europea afectaría esto.

A pesar de la gravedad de la amenaza, la influencia de Washington es limitada. Incluso si Europa pidiera ayuda, el dinero no estaría disponible. “El Congreso diría que no”, señala Jacob Funk Kirkegaard, del Peterson Institute for International Economics.

EEUU tienen un papel en el rescate de la eurozona como principal accionista del FMI, pero sigue creyendo que la eurozona tiene suficiente dinero para proteger su unión monetaria y no necesita dinero adicional de los mercados emergentes para defenderse o reforzar al FMI.

Kirkegaard quedó “sorprendido” por lo diplomático que fue Obama tras la cumbre. Esperaba que fuera “más contundente” en aprovechar una oportunidad para hablar a su pueblo sobre la crisis. Al igual que critica a un “Congreso inerte”, podría haberlo hecho frente a una “Europa inerte”, dice.

Obama podría endurecer su postura frente a Europa a medida que se intensifique la campaña electoral y deba defender sus cifras económicas porque lo responsabilizarán por ellas. “No lo criticarían por no hacer lo suficiente para salvar a Europa”, dice Fratto. “Sería el hecho de que el país esté en otra recesión”.

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