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Fernández se mantiene desafiante pese a que problemas crecen y aprobación cae


En un país que venera la terapia, más y más argentinos...

Por: | Publicado: Miércoles 10 de octubre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Jude Webber



En un país que venera la terapia, más y más argentinos están analizando a su presidenta.

Todavía envuelta en luto dos años después de la muerte de su esposo, Cristina Fernández de Kirchner ha acelerado el paso este año tras ganar la reelección con un 54% de apoyo para fortalecer un modelo económico que ella dice que entrega inclusión social.

Sin embargo, para ser alguien que antes de asumir en 2007 era considerada como una persona abierta y preocupada por fortalecer las instituciones, la presidenta parece aislada e ideológica.

En medio de una gran cantidad de asuntos urgentes -la economía se estancó en el segundo trimestre después de crecer 8,9% el año pasado y el Fondo Monetario Internacional amenazó con censurar a Argentina por cifras de inflación y crecimiento defectuosas, y tanto la delincuencia como la inflación van en alza- su aprobación viene cayendo por cuatro meses consecutivos. Con las elecciones de mitad de período acechando en 2013, está languideciendo con un 24% de apoyo, según una encuesta de Management & Fit.

Ignorando las protestas antigubernamentales, Fernández continúa atacando a las crecientes filas de sus críticos. En su viaje a la asamblea general de Naciones Unidas el mes pasado, realizó combativos discursos en las universidades de Georgetown y Harvard. Esquivó las denuncias de que la inflación real de Argentina más que duplica la tasa oficial de 10%, negó una restricción oficial sobre el dólar, pese a regulaciones que limitan el acceso a una divisa que los argentinos han visto tradicionalmente como un refugio para su tambaleante peso, y atacó a los medios, a los que acusa de distorsionar la realidad.

Fernández, quien se reunió con el CEO de ExxonMobil en busca de socios con mucho dinero para YPF, la compañía petrolera expropiada por el gobierno en mayo, podría estar fallando en apreciar que esta percepción de su actitud podría desalentar a los inversionistas.

La base de poder de Fernández descansa sobre la clase trabajadora y los pobres, y ella se ve a sí misma como dando una importante batalla internacional sobre cómo los países ricos tratan a las naciones emergentes que están mostrando su poderío económico.

Sin embargo, hay señales de que el descontento se está ampliando más allá de la clase media. Los guardacostas y policías militares realizaron demostraciones sin precedentes la semana pasada en contra de un decreto que provocó recortes salariales. El espectáculo de ver a oficiales de seguridad uniformados en conflicto abierto con el gobierno en momentos en que la creciente delincuencia es una gran preocupación pública fue una vergüenza para el gobierno.

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