Obama hace recambio en su equipo de política exterior

Con el nombramiento de Susan Rice como asesora de Seguridad Nacional, el presidente de Estados Unidos Barack Obama completó la reorganización de su equipo de política exterior.

Rice, quien es actualmente embajadora de Estados Unidos en la ONU, toma el cargo junto a John Kerry en el Departamento de Estado y Chuck Hagel queda en Defensa. La característica común entre los tres nombramientos es que son partidarios de Obama.

Este no era el caso de sus predecesores. Hillary Clinton no era cercana a Obama, tampoco lo era Leon Panetta en Defensa. Tom Donilon, el asesor de seguridad saliente, llegó a ser cercano, pero no fue desde el principio de su círculo íntimo.

Ahora Obama tiene un equipo en donde se podrá sentir cómodo durante su segundo período presidencial.

Todas las administraciones de Estados Unidos dependen de cuán bien trabajan en conjunto los distintos actores.

El rol de los asesores de la seguridad nacional es en primer lugar y sobre todo supervisar este proceso, coordinar agencias y canalizar asesoría al presidente, a medida que proviene de diferentes partes del gobierno. Esto es una habilidad que Donilon poseía en abundancia y no debería ser subestimada.

La otra función es aconsejar al presidente. Tradicionalmente, los asesores de seguridad nacional han sido buenos en uno o en lo otro. Esto es poco sorprendente.

Ser un mediador honesto y un asesor contundente a la misma vez es como tratar de arbitrar un partido de fútbol mientras simultáneamente se está jugando para uno de los equipos competidores.

El desafío de Rice es preservar la eficiencia de la maquinaria y además debe pensar estratégicamente, especialmente acerca de las relaciones con China.

Su nombramiento entrega terrenos de esperanza y precaución. La esperanza de que ella ayude a inclinar la política exterior en un sentido más activista en tiempos en que Estados Unidos se enfrenta a retos apremiantes en Medio Oriente y Asia.