La persistente baja inflación de Estados Unidos, por debajo de la meta de 2% de la Reserva Federal, está encendiendo las alarmas del riesgo existente de que el país caiga en la misma enfermedad que Japón: la deflación. Además, esta situación sugeriría que la política monetaria no ha hecho lo suficiente para apoyar el crecimiento.
“Mientras más tiempo EEUU se mantenga muy por debajo de la meta de 2%, mayor es el riesgo de que las expectativas de inflación puedan caer y las expectativas de la tasa de interés real se eleven”, comentó en un discurso en Milán el presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren. La baja inflación y un alto desempleo “podrían llevar a creer que la política no ha sido lo suficientemente expansiva”, acotó.
“Mi propia evaluación es que aún existe una buena cantidad de capacidad que debemos compensar, lo que es una razón para que tenga sentido tener una política expansiva que asegure que el mercado laboral se reconstruirá más rápido de lo esperado”, acotó Rosengren.
El costo de la vida descendió 0,4% en abril, lo que representa la segunda caída mensual consecutiva y el primer declive consecutivo en la inflación desde fines de 2008.
El presidente de la Fed de Boston dijo que el nivel al que la tasa de inflación ha caído en realidad podría ser preocupante, ante la posibilidad de que la economía sea golpeada por un shock negativo.
Aunque las expectativas de precios se han mantenido estables en EEUU, Rosengren citó la experiencia de Japón, “donde las bajas tasas de inflación no fueron controladas. Un shock negativo importante causó que Japón experimentara la deflación, lo que ha sido muy difícil de revertir”.
La deflación técnica se entiende como una inflación anual menor a 1%, ya que los índices usados sobrestiman la subida de precios.
Una de las razones de por qué la tasa de inflación no ha caído más es debido a que ha habido expectativas de inflación de que a la larga la Fed conseguirá en alcanzar su meta de 2%. “Eso ha ayudado a limitar qué tan bajo ha llegado la tasa de inflación, a pesar de una economía muy débil”, opinó el presidente de la Fed de Boston.
La deflación es una de las expresiones más temidas por los analistas, ya que puede tener efectos devastadores: al caer los precios, se reducen los ingresos de las empresas. Como los costos de producción no disminuyen, las compañías recortan la inversión y el empleo. Esto provoca que la masa salarial sea cada vez más pequeña y también la demanda, lo que implica menos ventas.
Yellen sigue siendo favorita
La vicepresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, es vista por cerca de un 33% de los inversionistas internacionales como la candidata más probable a suceder Ben Bernanke en el banco central de EEUU cuando termine su período en enero, según una encuesta trimestral hecha por Bloomberg.
Yellen "tiene un sólido registro de experiencia en política monetaria, pero quizás es demasiado blanda", dijo a Bloomberg el economista senior de Ally Financial, David Schimizzi. La segunda opción más probable de los encuestados es el mismo Bernanke, pese a que el presidente de la Fed dijo que no siente una responsabilidad personal para permanecer otro período en el cargo.
La especulación sobre la sucesión en la Fed se intensificó después de que se dijera que Bernanke no asistiría a la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole.