La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) vuelve a revisar a la baja su previsión anual y deja su estimación en menos de la mitad del anterior cálculo. Según el organismo, las ganancias del sector aéreo internacional se ubicarán en unos US$ 4.000 millones, frente a los US$ 8.600 millones de la última estimación de la asociación, en marzo.
Esta cifra -anunciada hoy por el presidente ejecutivo de la IATA, Giovanni Bisigniani- supone un recorte del 78% con respecto a los US$ 18.000 millones de beneficios registrados en 2010, el mejor ejercicio de la última década para la industria, aunque con un "patético margen" del 3,2%. El margen para 2011 se sitúa en niveles muy inferiores, en el 0,7%.
Este recorte de las previsiones obedece principalmente al encarecimiento de los precios del crudo, que ronda los US$ 120 por barril, aunque Bisigniani citó también la existencia de otros 'shocks' para la industria, como la crisis por el terremoto y desastre nuclear de Japón y la inestabilidad de Medio Oriente y Norte de África.
"Las mejoras de eficiencia de la última década y el fortalecimiento del entorno económico global está equilibrando el elevado precio del crudo, pero con un 0,7% de margen, existe poco margen para 'shocks' adicionales", destacó Bisigniani.
Esta previsión está realizada en base a unos ingresos totales para la industria de US$ 598.000 millones, con un crecimiento del tráfico de pasajeros del 4,4%, hasta US$ 2.800 millones, un incremento del 5,5% en el tráfico de carga, y una mejora de los ingresos por pasajero del 3%.
La estimación está calculada en un escenario de precios de US$ 110 el barril para el ejercicio completo, lo que supone un aumento del 15% con respecto a los US$ 95 de la anterior previsión, precisó la IATA, aunque la asociación recuerda que el pasado 28 de abril el barril de Brent se compraba a US$ 127 y que hace diez años se adquiría a US$ 25.
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