Irlanda rechazó el Tratado de Lisboa,
trascendental para el futuro de la Unión Europea (UE), al votar "no"
en referéndum el 53,4% de los electores que acudieron a
las urnas, frente al 46,6% que se pronunciaron por el
"sí", según confirmó hoy la Comisión para el plebiscito.
El Tratado firmado el 13 de diciembre de 2007 en Lisboa por los Jefes
de Estado o de Gobierno de los Veintisiete dota a la UE de las
instituciones modernas y reforzará la democracia en la UE, consolidando
su capacidad para promover día a día los intereses de sus ciudadanos.
El tratado venía a reemplazar a la fallida Constitución Europea y reforma los dos tratados actuales, es de la Comunidad Europea y el de la Unión Europea.
La victoria del "no" será anunciada formalmente en el Castillo de
Dublín por el Gobierno irlandés.
Con una participación final del 51%, la campaña del
Gobierno y sus aliados -la mayoría de los partidos nacionales, los
sindicatos y la patronal- ha encajado una derrota, ya que la mayor
afluencia a las urnas que en consultas anteriores beneficiaba en
principio al "sí".
El mensaje de los detractores del Tratado es que ahora el
Ejecutivo tiene un significativo mandato electoral para volver a
Bruselas y parar en seco el proceso de ratificación del texto
comunitario, a pesar de que 18 países miembros ya lo han aceptado
por vía parlamentaria.
El "no" se impuso de forma mayoritaria en 36 de las 43
circunscripciones de la República, si bien el voto negativo fue más
pronunciado en las zonas rurales y entre las clases trabajadoras que
en las grandes ciudades y las clases medias.
De los casi tres millones de irlandeses que estaban llamados a
las urnas este jueves, 862.415 votaron "no" y 752.451 optaron por el
"sí", según las cifras oficiales.